«Seamos francos. Estas últimas semanas no han sido el mejor momento para Europa. Tener a 49 personas en embarcaciones en el mar durante casi tres semanas no es precisamente lo que pretende ser la Unión Europea», admitió ayer el comisario europeo de inmigración, Dimitris Avramopoulos, afeando la actitud de los gobiernos europeos. Bruselas y los Veintiocho han tardado 19 días en cerrar un acuerdo para distribuir a los 33 inmigrantes rescatados durante el período navideño por el barco de la oenegé alemana Sea Watch y los 17 del buque Professor Albrecht Penck.

Pese a los llamamientos de la oenegé, ni Malta ni Italia, los dos países más cercanos al rescate, accedieron a ofrecer un puerto seguro. Finalmente, las autoridades maltesas, que ya permitieron a los barcos entrar en sus aguas territoriales para protegerse del mal estado de la mar, han cedido tras un nuevo acuerdo ad hoc negociado con mediación europea para que los inmigrantes sean distribuidos en ocho Estados miembros: Alemania, Francia, Portugal, Irlanda, Luxemburgo, Holanda, Italia y Rumanía, que ostenta este semestre la presidencia temporal de la UE.

El comisario Avramopoulos explicó que no han «escatimado esfuerzos» alertó de las dificultades a las que siguen enfrentándose para convencer a los gobiernos a realizar ofertas de acogida. «Es difícil convencer a los gobiernos que sean parte de nuestra propuesta y acepten inmigrantes. No ha sido fácil. Personalmente he estado en contacto con una serie de ministros», dijo.

El acuerdo también contempla la reubicación de 131 inmigrantes rescatados por los guardacostas malteses en las últimas semanas y la repatriación de 44 bangladesís. «Esto significa que de los 249 inmigrantes que han desembarcado en Malta en los últimos días, 224 personas serán reubicadas en otros estados miembros o devueltas a sus países de origen», señaló el primer ministro maltés, Joseph Muscat.

Malta, que condicionaba el pacto a la redistribución de todos los inmigrantes rescatados en las últimas semanas, volvió a incidir en que esto no debe servir de precedente. «Está en nuestra naturaleza asistir a aquellos con problemas, pero como primer ministro no puedo eludir la responsabilidad de salvaguardar la seguridad nacional de Malta» y «este caso no debería servir como precedente», advirtió Muscat, recordando que siguen asumiendo una carga mayor de la que pueden.

ACUSE DE RECIBO

Un mensaje del que hicieron acuse de recibo en Bruselas. «Hay que entender hasta qué punto es complicado para una isla tan pequeña gestionar una situación tan complicada», admitió pidiendo más solidaridad ante un fenómeno que va a seguir. En este sentido, la Comisión ha vuelto a hacer un llamamiento a los Veintiocho para que terminen de diseñar un sistema de reparto permanente que evite que cada rescate se convierta en una odisea. «La UE no puede seguir fiándose de soluciones desorganizadas ad hoc para resolver los desembarcos. Estamos determinados a seguir reduciendo los flujos migratorios pero tenemos que ser honestos. Seguirá habiendo inmigrantes que sigan cruzando. Necesitamos un mecanismo sostenible en marcha», reclamó Avramopoulos.

Abogó por «acuerdos temporales» para aliviar la presión sobre los países más afectados mientras los gobiernos continúan negociando la reforma del sistema de asilo que sigue encallando por la negativa de los países del Este a un reparto de inmigrantes. «Evitarían crear tensiones innecesarias porque desafortunadamente las hay» y «ofrecería predictibilidad cuando los inmigrantes son desembarcados en Europa», explicó haciendo un llamamiento a todos los estados miembros a participar.