Por primera vez, Israel es señalado como un “apartheid” por israelís. “No hay un solo centímetro cuadrado entre el río y el mar en el que un palestino y un judío sean iguales”, ha declarado Hagai El-Ad, director ejecutivo de B’Tselem. Esta organización por los derechos humanos israelí ha roto un tabú en la sociedad del país alegando que los territorios palestinos ocupados e Israel constituyen un “área geopolítica única gobernada por un gobierno”. “Esto no es democracia más ocupación”, ha aclarado El-Ad, “esto es apartheid”.

Este hecho insólito llega a la vez que el anuncio de Netanyahu sobre la construcción de 850 viviendas más en los asentamientos ilegales de la Cisjordania ocupada. También las Naciones Unidas han denunciado el desalojo forzado de 16 familias palestinas en Jerusalén Este como resultado de los esfuerzos legales de dos organizaciones de colonos judíos. “Estos desalojos son extremadamente alarmantes y parecen ser parte de un patrón más amplio de forzar a las familias palestinas de Jerusalén a abandonar sus hogares para despejar el camino para más asentamientos israelís ilegales”, ha denunciado Michael Lynk, investigador de la organización.

“Un principio organizativo se encuentra en la base de una amplia gama de políticas israelís: avanzar y perpetuar la supremacía de un grupo, los judíos, sobre otro, los palestinos”, ha acusado El-Ad desde una columna en ‘The Guardian’. Israel lleva desde 1967 ocupando los territorios de Cisjordania y Jerusalén Este mientras que en Gaza, de donde se retiró en el 2005, mantiene un bloqueo asfixiante. Por ello, B’Tselem ha rechazado la suposición dominante de que Israel opera dos sistemas de gobierno a la vez: una democracia en su territorio soberano y un control militar en estas zonas ocupadas.

Según esta oenegé, el grado de vulneración de los derechos humanos que sufren los palestinos varía en función del área en la que han nacido. Aquellos sitiados en Gaza están en lo más bajo de la escala, seguidos por los habitantes de la Cisjordania ocupada y, después, por los de Jerusalén Este. Los palestinos que viven en el territorio soberano de Israel son aquellos con más derechos, aunque una ley aprobada en el 2018 que define el país hebreo como el “estado-nación del pueblo judío” ha facilitado la institucionalización de la discriminación contra los árabes.

"Traumas e injusticias"

En sus 31 años de historia, B’Tselem ni ninguna otra organización israelí ha calificado a Israel de apartheid. La ruptura con el tabú apunta a un mayor debate mientras la ocupación que las autoridades defienden como temporal se prolonga y la solución de dos estados parece más lejos que nunca. “Creemos que la gente necesita despertar a la realidad y dejar de hablar en el futuro sobre algo que ya ha sucedido”, ha dicho El-Ad en referencia a los planes de anexionar Cisjordania que Israel pausó después del acuerdo de normalización con Emiratos.

“El pasado es uno de traumas e injusticias”, ha recordado el director de la oenegé, “en el presente, se reproducen constantemente más injusticias”. Las restricciones de movimientos para los palestinos de la Cisjordania ocupada que dependen de los permisos israelís contrastan con la libertad que gozan los colonos de los asentamientos ilegales. “El resultado es que las comunidades palestinas enfrentan una realidad de demoliciones, desplazamientos, empobrecimiento y hacinamiento, mientras se asignan los mismos recursos de tierra para el nuevo desarrollo judío”, ha reflexionado El-Ad.

Supremacismo judío

Mientras, la expansión colonial del primer ministro israelí Binyamín Netanyahu sigue a apenas una semana de la llegada al poder de Joe Biden, contrario a la política de los asentamientos. Según la oenegé israelí Peace Now, el 2020 ha sido el año más prolífico en la construcción de colonias ilegales en territorio ocupado gracias, en parte, al beneplácito de Trump. El próximo 23 de marzo Netanyahu se enfrenta a las urnas de nuevo con más rivales a su derecha, hecho que le animará a acelerar la expansión sobre el terreno.

La Corte Penal Internacional define el apartheid como un “régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemática por un grupo racial”. Fue el sistema de gobierno blanco y de segregación racial que imperó en Sudáfrica hasta 1994. “El hecho de que las definiciones de Israel no dependan del color de la piel no hace ninguna diferencia material”, ha aclarado El-Ad de forma contundente, “es la realidad supremacista la que es el meollo del asunto y la que debe ser derrotada”.