La resistencia iraquí se hizo notar ayer en la jornada de las elecciones presidenciales en EEUU. Al menos 15 iraquís murieron en una oleada de atentados, la mayoría de ellos con coches bomba. Uno de los vehículos hizo explosión junto al ministerio de Educación en Bagdad, mientras que otro coche bomba estalló al paso del convoy de un general de la Guardia Nacional iraquí. El grupo del jordano Abú Musab al Zarqaui se atribuyó el asesinato del rehén japonés Shosei Koda.

A primera hora de la mañana, un coche bomba conducido por un suicida se precipitó contra la entrada del edificio que alberga el ministerio de Educación en Bagdad. La fuerte explosión mató a seis personas y otras 21 resultaron heridas, entre ellas un niño de dos años.

Otros tres miembros de las fuerzas de seguridad iraquís murieron en explosiones que sucedieron en Abú Graib, Samarra y Haditha.

En Mosul, a 370 kilómetros al norte de Bagdad, otro vehículo cargado con explosivos estalló al paso de un convoy militar que custodiaba al general Fleih Rachid, comandante de la policía militar iraquí. El ataque acabó con la vida de cuatro civiles. La policía informó también de la muerte de otros dos guardias nacionales en Mosul.

"SUEÑO IMPOSIBLE" El grupo del jordano Abú Musab al Zarqaui se atribuyo este último ataque y calificó de "sueño imposible" la intención del primer ministro iraquí, Iyad Alaui, de acabar con la resistencia. Ayer, los secuestradores de la cooperante Margaret Hasán enviaron a Al Jazira un nuevo vídeo, que la cadena no emitió por "razones humanitarias", ya que es sometida a "presiones físicas y psicológicas". En la cinta se amenaza con "consecuencias peligrosas" para la secuestrada.