Irak se ha quedado sin una de las organizaciones humanitarias internacionales más activas. Los responsables de Care anunciaron ayer la suspensión de todas sus actividades en el país árabe como respuesta al secuestro de su directora, Margaret Hasán. Su marido, el iraquí Tahsín Alí Hasán, hizo un dramático llamamiento a los secuestradores para que liberen a su mujer en nombre de "la humanidad, el islam y la fraternidad".

En un mensaje emitido por la televisión Al Arabiya, Alí Hasán recordó a los secuestradores que la directora de Care lleva más de tres décadas trabajando en Irak en labores humanitarias que nada tienen que ver con la política. La organización que dirige fue muy activa durante los duros años del embargo que la ONU decretó contra el régimen de Sadam Husein tras la primera guerra del Golfo.

DE CAMINO AL TRABAJO Margaret Hasán fue secuestrada en la mañana del martes por un grupo armado mientras se dirigía a su trabajo. Poco después, apareció en un vídeo grabado por sus captores que emitió la cadena de televisión Al Jazira. El canal leyó un comunicado en el que los secuestradores la definían como una "cooperante británica".

Los gobiernos de Londres y Dublín se apresuraron ayer a puntualizar que Hasán nació en Irlanda --país que no participa en la fuerza multinacional-- aunque posee triple nacionalidad: iraquí, británica e irlandesa. El Gobierno provisional iraquí, por su lado, calificó el secuestro de "acto despreciable" y de "insulto al islam y a Irak" cometido durante el mes sagrado del Ramadán.

A pesar de la suspensión de todas las operaciones, los responsables de Care dijeron ayer que sus empleados permanecerán en el país. Hasán es la séptima mujer secuestrada en Irak en el último medio año. Las seis anteriores fueron puestas en libertad, entre ellas las cooperantes italianas Simona Torretta y Simona Pari. El anuncio de la ONG coincidió ayer con la liberación de dos ingenieros de telecomunicaciones egipcios que estaban retenidos desde el pasado 23 de septiembre.

Mientras tanto, la violencia que sacude diariamente Irak se cobró más vidas. En Samarra, las explosiones de dos coches bomba mataron a ocho civiles iraquís, entre ellos cuatro niños, e hirieron a 13 personas, incluidos 11 soldados norteamericanos. Los dos vehículos, conducidos por terroristas suicidas, estallaron con 15 minutos de diferencia. Las autoridades decretaron el toque de queda en la ciudad.

BOMBARDEO En Faluya, seis miembros de una misma familia murieron tras ser bombardeada su casa, según informaron algunos vecinos. Dos soldados de EEUU y dos iraquís resultaron heridos en un ataque suicida cometido en la carretera que va hacia el aeropuerto de Bagdad. Ayer también fue asesinado un civil iraquí que trabajaba para una empresa de construcción estadounidense.

En El Cairo, se puso fecha definitiva a la conferencia internacional sobre Irak. Será los próximos 22 y 23 de noviembre en la localidad egipcia de Sharm el Sheij, en el Sinaí, a orillas del mar Rojo.