El capitán del buque español Open Arms, Marc Reig, ha solicitado este lunes a la embajada española en Malta que dé asilo a los 31 menores rescatados en alta mar y designe un puerto para su traslado.

Reig ha pedido a la embajada que tramite el procedimiento de asilo de manera urgente, "dada la situación de incertidumbre en la que se encuentra el buque Open Arms, que permanece 'sine die' en aguas internacionales".

El capitán ha asegurado en su escrito dirigido a la embajada, al que ha tenido acceso EFE, que los 31 menores "cumplen las condiciones para ser reconocidos como refugiados" y ha indicado que esta situación ya se puso en conocimiento del Tribunal de Menores y de la Procuraduría de Menores de Palermo sin obtener respuesta.

En la solicitud ha pedido que la Embajada traslade al Gobierno esta situación para que admita su competencia como estado de pabellón del buque y "en atención a las especiales circunstancias que concurren en el caso, ordene a la autoridad correspondiente que organice su tramitación urgente, incluido el traslado de los menores" al lugar habilitado para ello.

La oenegé española Proactiva Open Arms ha evacuado este lunes a Malta a ocho de los 15 migrantes que acoge desde hace 12 días en su barco, que espera en aguas internacionales frente a la isla italiana de Lampedusa un puerto seguro en el que poner a salvo al resto de rescatados.

La jefa de misión de Open Arms Anabel Montes, advirtió en declaraciones a la agencia Efe que la situación a bordo "pende de un hilo", "en condiciones de hacinamiento".

Montes detalló que se ha logrado negociar el desembarco de dos mujeres enfermas junto a sus familiares más cercanos, pues separar a estas personas de su entorno podría haber repercutido muy negativamente en su estado de ánimo.

La primera mujer, "con problemas para valerse por sí misma", ha sido evacuada junto a su hermana y su sobrino, y la segunda lo ha hecho con su hija de 11 años, dos hermanas y su madre.

La oenegé ha difundido un vídeo del momento en que se produjo esta evacuación, entre los aplausos de los migrantes que permanecen a bordo.

A estas personas hay que sumar la evacuación a Lampedusa, la pasada noche, de un hombre afectado de tuberculosis por parte de la Guardia Costera italiana, y otras dos mujeres en avanzado estado de gestación y la hermana de una de ellas el 3 de agosto.

151 inmigrantes siguen esperando

"En términos físicos, la situación es mucho más que de cansancio, están exhaustos", ha explicado Montes. De momento, no hay ningun más que presente problemas de salud relevantes, aunque estos podrían llegar si el barco no recibe autorización para entrar en un puerto o, al menos, transbordar a estas personas para que puedan ser puestas a salvo en tierra firme.

"Las 151 personas que permanecerán a bordo necesitan un puerto seguro YA. Europa las ha abandonado. Su falta de humanidad es absoluta", lamentó la organización en sus redes sociales. El barco se encuentra en aguas internacionales a 29 millas (unos 50 kilómetros) de Lampedusa dado que ni Malta ni Italia permiten el acceso a uno de sus puertos.

A las condiciones físicas, subraya Montes, hay que sumar su estado psicológico, pues muchos acarrean durísimas historias personales desde que dejaron sus países para alcanzar Europa y llegaron a Libia, donde sufrieron "torturas y violencias".

Si a todo esto le sumas una desquiciante y larga espera en el mar, "la situación psicológica pende de un hilo", vaticinó la cooperante, preocupada, pues podría suponer riesgos o alteraciones significativas en la convivencia dentro del barco.

No obstante la jefa de misión aseguró que el personal de a bordo está "listo para acudir a mediar en la situación de la mejor manera posible, estando siempre en alerta".

Los inmigrantes se encuentran en la cubierta, con una temperatura "asfixiante", y los cooperantes tratan de mantenerles entretenidos con películas, juegos o música. "Intentamos que dentro de lo dramático se sientan cómodos, que no se coman la cabeza", dice.

Saben que se les impide entrar a puertos europeos, pero al mismo tiempo, los operadores de Open Arms hacen hincapié en que también "hay mucha gente que les apoya".

Limitaciones

A esto hay que añadir que es una embarcación "con limitaciones", de solo 37 metros de eslora, y no está preparado para acoger a tantas personas juntas durante tanto tiempo, ni siquiera puede ofrecer una ducha para todos, ni siquiera para la tripulación.

Por el momento el mar está en calma, pero Montes vaticina un cambio a partir de mañana martes 13 de agosto, con aguas más movidas, y todo se complicará el miércoles, cuando se esperan vientos de 22 nudos y olas de hasta dos metros de altura.

"Estamos preparándonos para lo peor, pero vamos a seguir igualmente resistiendo", promete la jefa de misión.

Paralelamente el barco humanitario 'Ocean Viking', de Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, se encuentra también en aguas del Mediterráneo central con 251 inmigrantes rescatados, los últimos 81 este domingo frente a las costas de Libia.

En Italia el ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, artífice de una férrea política de puertos cerrados ha aprobado recientemente una nueva ley que penaliza a las oenegés que la vulneren con elevadas multas económicas e incluso penas de cárcel.

El primer rescate de Open Arms, al que las autoridades españolas tienen prohibida la búsqueda activa de inmigrantes en el mar, se produjo el jueves 1 de agosto, cuando se rescató a 55 inmigrantes, entre ellos dos bebés mellizos y una embarazada.

La segunda se dio en plena noche un día después, socorriendo a 69 personas, entre estas dos niños y dos mujeres embarazadas y "una de nueve meses con contracciones". El último rescate se dio en la madrugada del pasado sábado, al salvar a 39 inmigrantes en el Mediterráneo central. Todos ellos zarparon desde las costas de Libia, un país sumido en la guerra desde 2011 y donde aseguran haber sufrido toda clase de violencias.

Famosos con el Open Arms

El actor español mas internacional, Antonio Banderas, se ha sumó este domingo a las críticas a la política del ministro y se ha declarado horrorizado por la situación a que se ven sometidos los inmigrantes.

El pasado viernes fue el actor Richard Gere quien, con su propia embarcación, acudió cargado de víveres para aliviar la situación de los inmigrantes, con los que compartió conversaciones en la cubierta del buque de rescate.

"Nadie me dijo que viniera. Vine de forma espontánea. Estaba pasando las vacaciones con mi familia cerca de Roma y después de que se aprobara el decreto ley antiinmigración, una ley que nadie se podía creer, decidí visitar el barco de Open Arms, (organización) que conocí hace unos años en Barcelona", explicó.

Salvini respondió poco después a las críticas de Gere asegurando que la ley antiinmigración es necesaria para el país y para luchar contra los traficantes de seres humanos y las mafias, y con ironía, aconsejó al actor recibir a estas personas «en sus mansiones».