El 'Open Arms' ha anunciado en un comunicado que Italia y España parecen haber llegado a un acuerdo identificando a Mallorca como puerto de desembarque y, asegura que, de ser así, "es indispensable que los dos Estados" asuman la responsabilidad de "garantizar, poniendo los medios necesarios, que estas personas desembarquen finalmente en un puerto seguro".

En una nota, el Gobierno español ha negado que haya alcanzado ningún acuerdo con Italia. El texto dice así: "El Gobierno desmiente la existencia de ningún supuesto acuerdo con Italia, al que alude de manera confusa la propia oenegé en su comunicado. Lo único cierto es que el Gobierno de España ha ofrecido al Open Arms poder dirigirse al puerto español que esté más próximo en su ruta y que el ejecutivo italiano está incumpliendo la ley al impedir el desembarco de los migrantes en Lampedusa o cualquier otro de sus puertos cercanos".

"Dada la emergencia humanitaria a bordo -prosigue el comunicado-, los puertos españoles se mantendrán a disposición del Open Arms, a cuyos responsables el gobierno ha solicitado que expongan sus necesidades y las del pasaje para navegar hacia España de forma segura. Hasta el momento no hemos recibido una contestación clara y directa".

Y remata: "El propósito del Ejecutivo ha sido en todo momento propiciar esa solucion común, que, cuando pueda producirse el desembarco, proseguirá con el reparto de los migrantes acordado por seis países de la UE, entre ellos El nuestro".

Por su parte, en su comunicado, la oenegé critica la designación de Palma dado que el barco está a tan solo 800 metros de Lampedusa. "Los estados europeos piden a una pequeña oenegé como la nuestra que afronte (después de 18 días de espera) mil millas más y 3 días de navegación, en condiciones climáticas adversas, con 107 personas agotadas a bordo y 19 voluntarios y voluntarias que, durante más de 24 días, han tratado de garantizar derechos que Europa niega a seres humanos como los que actualmente llevamos en la cubierta".

El domingo por la noche el gobierno balear y el español ofrecieron en el barco de desembarcar en los puertos de Palma o de Maó después de que Sánchez hubiera propuesto en el Open Arms que fueran hasta el puerto de Algeciras. Open Arms rechazó la oferta de desembarcar en el puerto andaluz porque suponría una travesía de casi seis días, algo que los migrantes no podrían asumir dado su estado físico, y sobre todo, psicológico.