En medio de una situación de alarma por las condiciones que han marcado al mercado, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia se acercaron a un acuerdo para el recorte de la producción de petróleo desde el próximo año, pese a la presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para reducir los precios del crudo.

La OPEP se reúne en su sede en Viena, en donde sus delegados sostendrán conversaciones con productores aliados como Rusia, pero Arabia Saudita, líder de facto del cartel, ha destacado la necesidad de reducir drásticamente el bombeo a partir de enero, pero Moscú se ha resistido a un recorte importante.

Todos nosotros, incluyendo a Rusia, acordamos que se necesita una reducción, dijo a periodistas el ministro de Petróleo de Omán, Mohammed bin Hamad Al-Rumhy, tras una reunión. El volumen exacto del recorte está siendo discutido, remarcó el ministro pero se ha manejado que la baja del bombeo, que se produciría desde enero a junio, tomaría como base las cifras de septiembre u octubre de este año.

REDUCCIÓN SIGNIFICATIVA

Dos delegados de la OPEP dijeron que el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, estaba volviendo a Moscú para lograr una aprobación final del presidente Vladimir Putin. Arabia Saudita por su parte, ha indicado que quiere que la OPEP y sus aliados reduzcan la producción en al menos 1,3 millones de barriles por día, o 1,3 por ciento de la producción mundial.

Riad también desea que Moscú contribuya al menos con un recorte que esté en un rango de 250.000-300.000 bpd, pero Moscú insiste en que de sumarse al pacto, reducirá solo la mitad de ese bombeo, dijeron fuentes de la OPEP y de productores que no pertenecen al grupo.

La agencia de noticias rusa TASS citó a una fuente de la OPEP diciendo que el cartel y sus aliados, están discutiendo la idea de reducir el bombeo el año próximo al volver a las cuotas de producción acordadas en 2016.

MAYOR BOMBEO EN LA ACTUALIDAD

Una decisión de ese tipo significaría un recorte de la producción de más de un millón de bpd. Sin embargo, Arabia Saudita, Rusia y Emiratos Árabes Unidos han aumentado el bombeo desde junio después de que Trump pidió un mayor bombeo para compensar las menores exportaciones de Irán por las nuevas sanciones de Estados Unidos.

Rusia, Arabia Saudita y Estados Unidos han estado compitiendo por ser el principal productor de crudo en los últimos años, pero la administración de Trump no ha formado parte de ninguna iniciativa que limite la producción debido a su estricta legislación antimonopolio y a la fragmentación de su industria petrolera.

Los precios del petróleo han perdido casi un tercio desde octubre a alrededor de 62 dólares por barril, después de que Arabia Saudita aumentó la producción para contrarrestar una caída en las exportaciones de crudo iraní. Con suerte, la OPEP mantendrá los flujos de crudo como están, no restringidos. El Mundo no quiere ver, ni necesita, precios del petróleo más altos!, escribió Trump el miércoles en Twitter.