A las cuatro de la madrugada de ayer, 25 tanques y blindados, apoyados desde el aire por helicópteros Apache, entraron en Bet Lahie, en el norte de la franja de Gaza, en una operación que causó 9 muertos y 45 heridos, con lo que la cifra final en las últimas 24 horas se elevó a 13 muertos y más de 60 heridos. La mayoría de víctimas son civiles veinteañeros y sólo hay dos milicianos. El objetivo de la incursión, según fuentes militares israelís, era eliminar las lanzaderas de cohetes Qasam.

Hamás, la Yihad y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa colocaron bombas trampa en las carreteras para hacerlas explotar al paso de los coches militares israelís. Muchos vecinos, situados delante de los tanques, recibieron el fuego de los helicópteros Apache.