La oposición bielorrusa ha insistido en que no reconocerá un nuevo Gobierno liderado por el actual presidente, Alexander Lukashenko, y ha dejado entrever entre las opciones a corto plazo que pueda abrirse una vía venezolana, con una "dualidad de poder" en la que coexistan dos administraciones con distinto nivel de reconocimiento internacional.

La oposición ha tratado de hacer un frente común frente a Lukashenko, con un Consejo de Coordinación ahora en el punto de mira de la Fiscalía bielorrusa. Reclama que se reconozca como vencedora de las elecciones a Svetlana Tijanovskaya, exiliada y a la que los datos oficiales concedían solo un 9,9% de los votos.

Después de días de creciente presión internacional sobre Minsk, especialmente desde el frente europeo, otro de los participantes en los últimos comicios, Valeri Tsepkalo, ha explicado que la oposición trabaja para "convencer" a la comunidad internacional de que quien debe ser reconocida como presidenta de Bielorrusia es Tijanovskaya y no Lukashenko.

MANTENER LAS COMUNICACIONES

"Posiblemente la situación de Venezuela, cuando se creó la dualidad de poder, se desarrolle en Bielorrusia en un escenario diferente", ha dicho Tsepkalo en rueda de prensa, aludiendo al pulso entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó en el caso del país sudamericano, según la agencia de noticias rusa Sputnik.

Tijanovskaya no ha llegado al punto de reclamar el reconocimiento internacional, pero desde la vecina Lituania, donde está exiliada, ha abogado por mantener las movilizaciones y, en particular, las huelgas, en un aparente intento por movilizar al funcionariado. El Gobierno ha amenazado con despedir a quienes secunden estos paros.

LA PROMESA DEL PRESIDENTE

Lukashenko, por su parte, ha asegurado que la crisis política que atraviesa el país estará resuelta "en los próximos días". En una visita a una fábrica, el mandatario ha denunciado que la situación ha sido politizada y ha defendido que no se puede permitir que el país "se rompa", pero ha sostenido que no es tan difícil como se está queriendo hacer ver.

"Todavía hay algunas personas insatisfechas en Minsk, es comprensible, pero no debéis preocuparos por ello, es mi problema y soy yo quien tiene que resolverlo", ha manifestado, según informa la agencia estatal BelTA. "Estamos trabajando en ello y, creedme, lo resolveremos en los próximos días", dijo el presidente, sin especificar cómo piensa hacerlo.