Los comicios parlamentarios del 6 de diciembre están muy lejos de apaciguar el hondo conflicto venezolano. Los 27 partidos opositores alineados con el diputado Juan Guaidó decidieron no participar de la contienda convocada por las autoridades electorales que responden al presidente Nicolás Maduro. "El régimen, usando el control que ejerce sobre todos los poderes públicos, acabó con la posibilidad de tener cualquier tipo de elección libre y competitiva", consideraron esas fuerzas. "Somos demócratas y creemos en la unidad nacional: por ello decidimos no colaborar con la estrategia de la dictadura y convocar a todas las fuerzas sociales y políticas del país a la construcción de un nuevo pacto unitario y nueva ofensiva democrática en la que, junto al pueblo y la comunidad internacional, nos movilicemos para lograr la salvación de Venezuela".

El comunicado fue suscrito por Acción Democrática, Copei, Primero Justicia y Voluntad Popular, los principales sostenes de Guaidó, además de otras agrupaciones menores, entre ellas Bandera Roja, Izquierda Democrática y el Partido Progresista. "Mientras que la Asamblea Nacional (AN) instaló un Comité de Postulaciones electorales, pluralmente integrado incluso con diputados de la fracción del régimen, con la finalidad de designar un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), el ilegítimo Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Maduro, usurpando las competencias constitucionales del parlamento, designó írritamente a los cinco rectores principales y los 10 suplentes del ente electoral". De esta manera, sostienen, se ha "abortado la posibilidad de que los venezolanos tuviéramos un árbitro comicial independiente y confiable".

Una historia de enfrentamientos

El pleito entre el madurismo y sus oponentes se remonta a 2014 y tuvo varios momentos álgidos. La oposición derrotó hace cinco años en las urnas al madurismo y obtuvo la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional (AN). A partir de ese momento, intentó forzar sin suerte la salida del poder del heredero de Hugo Chávez. Se vivieron momentos dramáticos en 2017, cuando la disputa política dejó en las calles decenas de muertos. En 2018 parte de ese conglomerado se negó a participar de las elecciones que habilitaron el segundo período de Gobierno de Maduro. Meses más tarde, el Congreso desconoció su autoridad y Guaidó se autoproclamó presidente "encargado", con el reconocimiento inmediato de Estados Unidos y otros 54 Gobiernos. En la actualidad, el Parlamento se encuentra dividido y un sector minoritario, liderado por el diputado Luis Parra, ha aceptado las reglas de juego electorales.

Para Guaidó, las elecciones del 6 de diciembre están "condenadas al fracaso" porque han sido convocadas por "un régimen en agonía". Sin embargo, advirtió que no basta con rechazarlas. "Es clave permanecer unidos ejerciendo la mayoría en medio de la emergencia". La presión internacional, con su secuela de sanciones económicas, ha profundizado la debacle sistémica de la economía. Pero Maduro no ha perdido el control de los resortes estatales. Durante la pandemia, que ha provocado 174 muertos y 20.206 infectados por covid-19, el Palacio de Miraflores reforzó el control político y territorial.

Por su parte, Henri Falcón, quien, como candidato de Avanzada Progresista quedó en segundo lugar en las presidenciales de 2018, llamó a participar de las elecciones de diciembre. "El pacto para salvar a Venezuela requiere astucia, inteligencia, acuerdos. La fuerza del voto tumba al Gobierno; la abstención lo atornilla", dijo. "A quién van a joder convocando a la abstención y a la nada? ¿A Maduro? ¿O a la mayoría que quiere salir de este Gobierno?".

El pacto para salvar a #Venezuela requiere astucia, inteligencia, acuerdos... La fuerza del voto tumba al gobierno; la abstención lo atornilla. #VotosyUnidadContraMaduro Henri Falcón (@HenriFalconLara) August 2, 2020

La estrategia oficial

Maduro ordenó días atrás a su ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, que construya una "alianza perfecta" de partidos y organizaciones sociales cara a las legislativas para "sacar a los golpistas y entreguistas" de la Asamblea Nacional. El Partido Comunista de Venezuela (PCV) y Patria Para Todos (PPT) son los desencantados compañeros de ruta del madurismo.

La postura anunciada por el sector opositor que responde a Guaidó se conoce una semana después de que el Reino de Noruega volviera a explorar la posibilidad de una salida negociada de la crisis histórica venezolana con la participación de las principales fuerzas en pugna. Las posibilidades de éxito de la nueva gestión no se vislumbran en el horizonte.