El líder de la oposición en Zimbabue, Nelson Chamisa, se negó ayer a aceptar la proclamación como vencedor de las elecciones presidenciales del actual jefe del Estado, Emmerson Mnangagwa, que calificó de «fraudulenta, ilegal e ilegítima». Según anunció la comisión electoral, Mnangagwa ganó las elecciones presidenciales celebradas en el país el pasado lunes. Mnangagwa, de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), se impuso a Chemisa, líder del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), en 6 de las 10 provincias del país, según los datos oficiales.

En una rueda de prensa, el candidato presidencial de MDC reiteró que los resultados anunciados son «falsos» y, aunque no divulgó las pruebas que dijo poseer, sostuvo que un recuento alternativo realizado por su formación demuestra su victoria con un margen de 2,3 millones de votos.

El plazo para impugnar los resultados termina en siete días y, aunque Chamisa evitó confirmar si acudirá a la justicia, sí adelantó que buscará «la anulación de los resultados» y tomará «todas las medidas posibles», en las que trabaja su «equipo legal».

«Incluso si vamos a los tribunales, tenemos muchas pruebas de cómo se amañaron estas elecciones. Daremos las pruebas en el momento oportuno», dijo Chamisa. El dirigente mencionó razones «legales y políticas» para no entregar unos informes que supuestamente probarían que Mnangagwa no habría alcanzado los dos millones de votos.

La réplica de Mnangagwa llegó a través de su cuenta de Twitter. «Ganamos las elecciones de manera libre y justa y no tenemos nada que temer ni de lo que escondernos. Cualquiera es libre de dirigirse a los medios cuando quiera», escribió Mnangagwa.

La comisión electoral anunció la noche del jueves los resultados oficiales y dio por ganador a Mnangagwa con el 50,8 % de los votos.