LOS 55 PAISES de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa se comprometieron, en la Declaración de Berlín, a tomar medidas para combatir el antisemitismo y "toda forma de intolerancia, odio, acoso, ataques o violencia" motivados por el origen o la confesión religiosa. También abogan porque la memoria del Holocausto siga viva.