Ha llegado la hora de traer a casa a nuestras tropas, ha dicho hoy en Bruselas el secretario de Estados de EEUU, Antony Blinken, horas antes de que se reúna a través de videoconferencia con los ministros de Defensa de los 30 países que forman la Alianza Atlántica. "Juntos hemos alcanzado los objetivos que nos hemos propuesto. Vamos a trabajar en conjunto en las próximas semanas y meses en una retirada segura, decidida y coordinada, ha añadido.

La aventura bélica de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán ya tiene fecha de caducidad, el próximo 11 de septiembre, cuando se cumplan veinte años de los atentados del 11-S. Los ataques terroristas fueron la chispa que llevó al entonces presidente estadounidense, George W. Busch, a ordenar la invasión del país centroasiático, donde supuestamente se refugiaba el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, bajo el abrigo de los talibanes.

El plan estadounidense consiste en iniciar el repliegue antes de mayo y proseguir con la retirada de forma gradual hasta el mes de septiembre, con el objetivo de poner fin la guerra más larga en la historia de EEUU.

Paz duradera

El primer país miembro de la OTAN en dar respuesta a las palabras de Blinken ha sido Alemana, a través de la ministra de Defensa Annegret Kramp-Karrenbauer. "Siempre lo hemos dicho: entramos juntos y salimos juntos. Soy partidaria de una retirada ordenada, ha señalado. El Reindo Unido se ha expresado en similares términos, según ha informado el diario The Times, citando a una fuente del Gobierno de Londres. Para que haya alguna posibilidad de paz duradera, los talibanes debe entablar de forma significativa una diálogo con el gobierno afgano", ha añadido la fuente al diario.

Con esta decisión, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha roto con el compromiso asumido por su sucesor, Donald Trump, de sacar a sus tropas antes del próximo 1 de mayo, según el acuerdo de paz firmado en febrero de 2020 entre los gobiernos de Afganistán y EEUU con los talibanes. Los insurgentes amenazaron hace meses con represalias si Biden no se ajustaba a esa fecha. Washington, por su lado, ha advertido a los insurgentes "de que cualquier ataque a las tropas estadounidenses" durante este proceso tendrá una respuesta contundente.

En el momento álgido de su presencia, en 2010-2011 había desplegados en el país unos 100.000 soldados estadounidenses. El expresidente Barack Obama redujo esa cifra a 8.400 y Trump prosiguió la reducción: ya sólo quedan 3.500 militares estadounidenses en Afganistán. 2.500 soldados y 1.000 miembros de las fuerzas especiales. La OTAN, por su lado, tiene desplegados unos 7.000 soldados.

Informe de la ONU

El anuncio de retirada militar condice con un informe de las Naciones Unidas en el que denuncia que la cifra de civiles muertos o heridos a causa del conflicto es "profundamente preocupante" y ha apuntado a "niveles extraordinarios de daño" provocados a la población en el marco de la guerra.

La Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) indica en su informe que "la cifra de civiles muertos o heridos durante los primeros tres meses de 2021 es significativamente más alta que hace un año", cuando el país atravesaba un periodo de "reducción de la violencia" previo al acuerdo de paz entre Estados Unidos y los talibán,

Durante el primer trimestre de este año se han confirmado 573 civiles muertos y 1.210 heridos, un aumento del 29% respecto a este mismo periodo del año anterior. La cifra incluye un aumento del 37% en los casos en los que las víctimas son mujeres y un 23% en el que las víctimas son menores.

Según la UNAMA, los elementos antigubernamentales fueron responsables del 61% de las víctimas -con un 43,5% atribuidas a los talibanes, mientras que las fuerzas progubernamentales causaron el 27%, entre ellas un 17% achacadas al Ejército. Otro 12% ha sido por "fuego cruzado y otros". Desde que estalló el conflicto han muerto más de 100.000 civiles afganos.