La OTAN ha asegurado que "no hay ninguna prueba" de la retirada de las tropas rusas desplegadas a lo largo de la frontera con Ucrania pese a los tres anuncios sucesivos realizados por el presidente ruso, Vladímir Putin. "No hemos visto ninguna evidencia de que los rusos hayan empezado a retirar tropas de la frontera ucraniana", ha afirmado el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen. Es más, ha añadido, "hasta ahora no hemos visto ninguna retirada en absoluto". Rasmussen ha instado a Moscú a adoptar "una actitud más constructiva" dialogando con Kiev, porque "no existe una solución militar a la crisis".

La intervención rusa en la crisis ucraniana ha creado "una nueva situación de seguridad en Europa, menos predecible y más peligrosa", lo que "tiene implicaciones ahora y en el futuro" para la OTAN, ha advertido Rasmussen.

La Alianza Atlántica, ha subrayado Rasmussen, hará todo lo necesario y durante el tiempo que sea necesario para garantizar la seguridad de cada uno de sus estados miembros, como el actual refuerzo de las patrullas aéreas y navales en la zona báltica, los ejercicios militares en Estonia y la actualización de los planes de defensa.

Reducción draconiana

Rasmussen ha señalado que la crisis de Ucrania y los riesgos que plantea para la seguridad de los países aliados muestra la necesidad de que los gobiernos europeos incrementen sus presupuestos de defensa.

"Durante los últimos cinco años, Rusia ha aumentado anualmente sus gastos de defensa en un 10%, mientras que los países europeos han reducido los suyos de forma draconiana, incluso un 40%", ha indicado Rasmussen.