Tan sólo una semana después del asesinato del periodista estadounidense Pavel Jlebnikov en Moscú, el redactor de una revista armenia Palia Peloyan fue hallado muerto ayer en la capital rusa. La policía encontró el cadáver de Peloyan, periodista de la publicación literaria Armianskii Pereulok (El Callejón Armenio, publicada en ruso en Moscú), con señales de golpes y cuchilladas en el suroeste de la ciudad, cerca de la principal carretera circular.

Según la información facilitada por el primer vicefiscal de Moscú, Alexandr Krojmal, el periodista murió entre las dos y las tres de la madrugada como consecuencia de numerosos golpes recibidos en la cabeza y diversas cuchilladas recibidas en el pecho.

LAS PRIVATIZACIONES Se trata del segundo asesinato de un periodista que se produce en Moscú en una semana, después de la muerte a balazos del director de edición rusa de la revista Forbes , Pavel Jlebnikov, la noche del pasado 9 de julio. Jlebnikov investigaba el controvertido proceso de privatizaciones en Rusia llevado a cabo en la década de los 90, así como la procedencia de las fortunas más importantes. Según la Fiscalía General de Rusia, el periodista pudo haber sido asesinado en relación con sus actividades profesionales.

Según la estadística de la Fundación rusa para la protección de la glasnost (transparencia), que se dedica a la protección de la libertad de expresión, 15 periodistas han perdido la vida y otros tres han desaparecido en Rusia desde el mes de enero del 2003 hasta ahora. Más de 80 profesionales han sido víctimas de violentos ataques. En la mayoría de los casos la policía no ha encontrado a los criminales. Las autoridades hacen todo lo posible para demostrar que estos crímenes no tienen nada que ver con la labor periodística de las víctimas.

UN PAIS "PELIGROSO" Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunció, en un comunicado, el asesinato de Jlebnikov, y subrayó que la Rusia del presidente Vladimir Putin sigue siendo un país "peligroso" para los periodistas. "Estamos conmocionados con este drama. Rusia sigue siendo un país especialmente peligroso para los periodistas. Pavel Jlebnikov era un periodista de investigación y no podemos excluir que haya sido asesinado por sus actividades", indicó RSF.

El comunicado difundido instó al presidente ruso a que coopere con el objetivo de encontrar a los asesinos "lo antes posible".

Un estudio llevado a cabo por la Unión de Periodistas de Rusia afirma que, en 37 regiones rusas, existe una situación "desfavorable" para los medios de comunicación independientes. "Las autoridades regionales a menudo no respetan la libertad de expresión", dijo Igor Yakovenko, secretario general de esta organización. Desde principios del 2004, las redacciones de los medios de comunicación locales han sido asaltadas por las fuerzas policiales al menos en 18 ocasiones.