La política internacional se mueve a impulsos de la guerra, de la diplomacia y/o de los mecanismos de influencia, que son un cajón de sastre que admite desde alianzas coyunturales a la financiación de golpes de Estado, pasando por los silencios pactados entre potencias. Por eso cuando EEUU quiere controlar el petróleo del Golfo se inventa una guerra ilegal y pacta el mutismo de Rusia a cambio de olvidar la ocupación de Chechenia y el control de los territorios limítrofes. Como Ucrania, donde los argumentos de Moscú tienen color de veneno para forzar, a las malas, un pacto ventajoso.

*Periodista.