El papa Francisco y el presidente de EEUU, Barak Obama, se han reunido este jueves en el Vaticano durante 50 minutos y después han pasado a los saludos y la entrega de regalos.

La reunión ha durado, por tanto, más de la media hora que suelen durar las conversaciones del Papa con los jefes de Estado y Gobierno que le visitan.

Tras el ceremonial del intercambio de regalos y la presentación de la delegación, Obama iba a reunirse con el Secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, quien el pasado enero ya mantuvo una larga conversación en el Vaticano con su homólogo estadounidense, John Kerry.

Obama ha llegado al Vaticano sin su mujer ni sus hijas, escoltado por un extenso dispositivo de seguridad, formado por 26 coches blindados y ocho motocicletas. A su llegada ha sido recibido por el secretario del papa Benedicto XVI y prefecto de la Casa Pontificia del papa Francisco, Georg Gänswein.

En la reunión había dos traductores, una mujer para el presidente de EEUU y un secretario de la Casa Pontificia para el Papa.

Obama ha afirmado en una entrevista al periódico italiano 'Corriere della Sera' que el Papa es "una gran autoridad moral" y que su voz tiene que ser escuchada por el mundo. "Cuando el Papa habla, sus palabras pesan", ha señalado.