El asalto a la escuela de Osetia del Norte para intentar liberar a los rehenes pareció más una respuesta forzada de las fuerzas especiales rusas que una operación controlada e iniciada deliberadamente en un momento elegido. Esta es la opinión dominante entre analistas y expertos en seguridad, que se pronunciaron tras el sangriento y caótico desenlace del drama de tres días en el que han perecido más de un centenar de personas.

"El Gobierno ruso quiere desesperadamente que esto sea una operación controlada, un asedio controlado y que tenga un final controlado. Pero es cualquier cosa menos eso", afirmó Hugh McManners, exmiembro de las SAS, las fuerzas especiales británicas.

Un funcionario de la seguridad rusa avaló también, con sus comentarios, la idea de que se trató de una misión de rescate improvisada. El funcionario declaró a la agencia Interfax que las autoridades se preparaban para la negociación, no para una operación de asalto.

Sin embargo, los expertos se mostraron unánimes en considerar que los rusos, incluso si no querían asaltar la escuela, debían haber preparado algún plan de contingencia para aplicarlo en el caso de que los secuestradores comenzaran a ejecutar a los rehenes.

"Tanto si los rusos iniciaron este tiroteo como si no, debían tener a punto algún plan para el caso de que sucediera lo peor", afirmó Itay Gil, veterano de una unidad contraterrorista israelí.

Charles Heyman, analista de defensa del Grupo de Consultores Jane´s, señaló que la negativa de los secuestradores a permitir la entrada de comida y bebida probablemente hubiera forzado a los rusos a intervenir, de todas formas, ayer viernes.

Pese a ello, algunos analistas occidentales se mostraron ferozmente críticos con la manera en que los rusos llevaron a cabo la operación. "Esto ha degenerado básicamente en un tiroteo del salvaje Oeste. No es el producto de una operación militar coordinada", señaló Wilf Owen, un analista de seguridad y defensa. Otro experto calificó la operación de "primitiva".

Edward Luttwak, del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos, en Washington, afirmó: "Los rusos estaban convencidos de que tenían una capacidad operativa que en realidad no tienen y utilizaron una técnica obsoleta".

"Me gustaría saber si han recurrido a expertos extranjeros o si, por orgullo nacional, para ellos era más importante hacerlo solos. Los que han lanzado el asalto han sido valientes, pero estaban muy mal preparados y han llevado a cabo una operación primitiva que ha causado muchos muertos".

Algunos expertos se muestran especialmente críticos con el hecho de que las autoridades no acordonaran la zona para evitar tanto que algunos civiles emocionalmente implicados se vieran envueltos en la operación de rescate como que los secuestradores escaparan del lugar. La agencia Tass confirmó que algunos de los rebeldes lograron huir.

Perímetro necesario

"En cualquier país normal se hubiera creado un perímetro de seguridad a una distancia de un kilómetro y no hubiera habido ni un solo civil en esa zona", afirmó Claude Moniquet, del Centro Europeo de Seguridad e Inteligencia Estratégica.

Sin embargo, Moniquet también cree que los rusos no tenían otra alternativa que asaltar la escuela. "No tenían otra opción --subrayó--. En una situación como ésta, con tantos rehenes, tantos secuestradores y un montón de niños retenidos durante tres días sin comida ni bebida... Esta situación hubiera sido muy difícil para cualquier servicio especial de cualquier parte del mundo", añadió este experto.