El veto migratorio de Donald Trump y el tono de las declaraciones de algunos de los asesores de los que se ha rodeado el nuevo presidente estadounidense han enfurecido a la mayoría de los grupos políticos del Parlamento Europeo. Pero hay uno que irrita muy especialmente en la Eurocámara y ese es Ted Malloch, que suena como futuro embajador de Estados Unidos en Bruselas. Este miércoles, PPE y PSE han arremetido contra este profesor y asesor y han reclamado a los gobiernos que rechacen su candidatura si la administración Trump lo confirma para el cargo.

“Es alquien que ha dicho que el euro está en su recta final, que el brexit será el principio del fin. Es una persona que cuestiona la existencia del euro y la idea de Europa. No se puede acreditarle. Con alguien así no se puede trabajar”, ha advertido el jefe de filas de los populares, el alemán Manfred Weber, durante un debate de urgencia celebrado este miércoles en la Eurocámara sobre las restricciones de entrada en Estados Unidos a los ciudadanos de siete países musulmanes. Según Weber, lo que pretende la nueva administración es debilitar Europa. “Es es lo que le interesa y por eso quiere sembrar cizaña”, ha alertado.

Todavía más contundentes han sido los socialistas. Su jefe de filas, Gianni Pitella, no solo reclama a la UE que rechace su nombramiento si es elegido también pide que se le nombre “persona non grata” porque si llega a Bruselas será para destruir la UE. La Unión Europea, según fuentes del Ejecutivo comunitario, no requiere un plácet para los embajadores pero una vez que un país presenta una solicitud al servicio europeo de acción exterior, los Estados miembros tienen un plazo de 30 días para rechazar la candidatura.

CERRAR LA PUERTA A TRUMP

Los socialistas abogan en todo caso por ir todavía más lejos. En su opinión sería bueno que los gobiernos europeos llamaran a consultas a sus embajadores en Washington e incluso que Europa cerrara la puerta al estadounidense hasta que no cambie de políticas. “Mientras no cambien las cosas no se debería invitar a Trump al territorio europeo. La puerta de Europa debe permanecer cerrada a cal y canto”, ha exigido Pitella.

El que fuera candidato a presidir la Eurocámara también ha aprovechado el hemiciclo para urgir a la primera ministra británica,Theresa May, a no convertirse en el caballo de Troya que destruya la Unión Europea y ha subrayado que las restricciones no tienen relación con la gestión de las fronteras pero que son “un ataque frontal” contra los valores europeos. “Muchos pensábamos que Trump iba a ser una especie de broma pero parece una pesadilla y no hay que infravalorarlo” porque “siempre que lo hemos hecho en la historia esas personas se han convertido en dictadores que han sembrado guerra y sangre”, ha dicho.

El mismo peligro ve el liberal Guy Verfhofstadt quien ha acusado al euroescéptico Nigel Farage de ser la quinta columna de Trump en la UE con el objetivo de destruirla. "Espero que en (cumbre de) La Valetta (Malta) no salga solo una carta. Espero que los lideres tengan el corage de unirse y luchen contra estos populistas que nos quieren destruir”, ha reclamado ante la cita de los líderes de la UE de este viernes.

Tanto la Izquierda como los Verdes han coincidido en que la respuesta de la UE debe ser más solidaridad, “demostrar que podemos ser mejores” y que Europa está en el lado de los que construyen puentes y no muros. Los conservadores británicos mucho más tibios pedían al resto de grupos calma: “Los amigos suelen escuchar más las voces de los amigos que no las de aquellos que están enfadados con ellos”, ha advertido Kamall. Mientras que la ultraderecha y los euroescépticos cerraban filas con Trump.

FARAGE LO DEFIENDE

“Les veo muy irritados. Los acontecimientos en Estados Unidos han sido un choque profundo para ustedes pero lo que ocurre aquí es que hay alguien que ganó con un programa, asumió el mandato y lo ha empezado a cumplir”, ha dicho con regocijo Nigel Farage, tras las intervenciones de sus colegas. A su espalda, un laborista británico, Seb Dance, sostenía en alto un papel escrito a boli en el que se podía leer la frase de: “os está mintiendo”.

Farage, que fue el primer político europeo en visitar a Trump en su torre de Nueva York tras ser elegido, ni se ha inmutado y ha continuado su ataque contra “la retórica antitrumpista” y el “antiamericanismo” de la Eurocámara. “Todo lo que ha hecho es identificar a siete países que el presidente Obama ya había señalado como riesgo”, ha zanjado dejando sobre la mesa una propuesta: invitar a Trump a la Eurocámara. “Si rechazan esto son los extremistas antidemócratas que siempre he pensado que eran”, ha concluido.

Al debate ha acudido la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, que ha explicado que Washington ha clarificado que los ciudadanos europeos con doble nacionalidad de alguno de los países afectados por la restricción no sufrirán las consecuencias del veto. “Esto no cambia nuestra evaluación de la orden ejecutiva”, ha dicho la italiana calificando la decisión de inmoral e injusta ya que además solo aumentará la tensión y los recelos.