El recuento electoral en Sudáfrica apunta a un nuevo triunfo del Congreso Nacional Africano (CNA), que, aunque perdería apoyo respecto a otros comicios, conservaría la mayoría para mantener en el cargo al actual presidente, Cyril Ramaphosa. Los datos provisionales dados a conocer ayer (con el 48% de los colegios electorales escrutados) asignan al CNA, el partido que lideró Nelson Mandela, un 57% de los votos de las elecciones generales del miércoles, si bien el resultado aún podría variar cuando se haya completado el recuento.

En este escenario, el principal beneficiado sería el principal partido de la oposición, la liberal Alianza Democrática (AD, centro), que bajo el liderazgo de Mmusi Maimane mejoraría sus datos hasta quedarse con el 23% de los votos. El tercer partido más importante del país, los Luchadores por la Libertad Económica (EFF, por sus siglas en inglés) se anotaría casi un 9% de los votos, según los datos facilitados por que la Comisión Electoral Independiente (IEC) sudafricana. La IEC también difundió que la cifra de participación fue del 64,49 %, lo que supone una caída de casi 10 puntos respecto a las elecciones del 2014.

La jornada electoral fue tranquila, sin apenas incidentes, tras una campaña electoral marcada por las promesas de lucha contra la extendida corrupción, el elevado desempleo y la extrema desigualdad prevalente de los tiempos de la segregación racial del apartheid. Algunos partidos, sin embargo, elevaron dudas a la IEC sobre el posible voto doble de los electores en algunas regiones. La gran incógnita reside en si el CNA logrará mantener sus históricos niveles de apoyo o si los escándalos de corrupción de los últimos años -especialmente bajo el mandato de Jacob Zuma (2009-2018) hasta que fue obligado a dimitir hace algo más de un año- y los pobres resultados económicos pasarán factura a Ramaphosa. El CNA siempre había estado por encima del 60% en todas las generales de Sudáfrica desde 1994.