El coste sangriento de la guerra de Irak cala cada vez más profundamente en EEUU, donde, además, acaban de contemplarse, con repulsa y espanto las fotografías de las torturas y abusos cometidos contra prisioneros iraquís por soldados estadounidenses en la siniestra prisión de Abú Gharib, tristemente célebre desde los tiempos de Sadam Husein. La mujer de EEUU con mayor rango en Irak, la general Janis Karpinski, responsable de la prisión, fue relevada de sus funciones a finales de enero después de que seis militares fueran acusados de maltratar a detenidos en esta cárcel. La noticia se añade a las crecientes críticas contra el presidente de EEUU por la guerra.

La escalada de violencia en el país árabe lamina el cerrado apoyo a la invasión que Bush cosechó inicialmente en el país. Ahora, sólo el 32% de los estadounidenses piensan que había que emprender una acción militar inmediata contra Sadam y el 47% opina que la guerra fue lo apropiado, según un sondeo del The New York Times y de la televisión CBS.

EL PEOR MES Desde que lanzó la invasión unilateral, el 20 de marzo del año pasado, el apoyo a Bush no había sido nunca tan bajo. Siete de cada 10 estadounidenses le respaldaban cuando lanzó el ataque militar.

La drástica pérdida de apoyo a la guerra es consecuencia de los 136 soldados caídos sólo este mes, el más sangriento de toda la guerra, que supera incluso a las 109 bajas sufridas por EEUU durante la guerra. Paralelamente, ha descendido también el respaldo a la gestión global del presidente, que ahora se sitúa en el 46%, el punto más bajo en todo su mandato, lo que supone una grave advertencia cara a sus posibilidades de reelección en noviembre. "Cuando se pierden vidas, la gente se hace preguntas, y eso se refleja en los sondeos", reconoció en Copenhague el secretario de Estado, Colin Powell.

Las fotografías de las torturas a prisioneros iraquís mostradas el miércoles por la cadena de televisión CBS tampoco ayudarán a Bush. "Estamos aterrados", declaró a la CBS el general Mark Kimmit, jefe adjunto de las operaciones en Irak.

Las imágenes, tomadas por soldados, muestran las humillaciones a que fueron sometidos presos iraquís en noviembre y diciembre del 2003, según el Pentágono. Además del relevo de la general Karpinski, otros 17 militares fueron suspendidos y 6 de ellos afrontarán un consejo de guerra por crueldad, maltrato, asalto y actos indecentes contra presos.

Algunos fueron forzados a simular que mantenían relaciones sexuales, otros tenían cables eléctricos conectados a sus genitales. Uno de los reos aparece de pie encima de una caja, con la cabeza tapada y las manos atadas, y se le dice que si cae quedará electrocutado. Otra de las fotos muestra a un perro atacando a un preso, mientras que en otra aparece una pirámide de iraquís desnudos, con las cabezas cubiertas por capuchones. Uno de ellos tiene incluso un insulto escrito en inglés en el cuerpo. Las imágenes fueron descubiertas hace algunas semanas.

Diversos medios de comunicación informaron en EEUU del contenido de las fotos, pero éstas no aparecieron en los principales diarios o cadenas de televisión. Sólo fueron mostradas por la CBS, que entrevistó a uno de los soldados pendientes de juicio, el sargento Chip Frederik, que en un correo electrónico a su familia decía: "Con nuestra manera de tratarlos, ayudamos a que hablen".

La cadena de televisión ABC también divulgará hoy los nombres de soldados muertos en acción en Irak.

ENVIO BRITANICO DE REFUERZOS En Londres, la estrategia de Tony Blair en Irak preocupa a los altos mandos militares británicos. En la cúpula castrense, publicaba ayer el diario The Guardian , hay serias resistencias al envío de refuerzos para cubrir el vacío dejado por los soldados españoles. Los responsables del Ejército piden que se aclare cuál será la situación legal, cuando se produzca el traspaso de soberanía a los iraquís el próximo 30 de junio.