La explosión simultánea de dos coches bomba mató ayer al menos a siete policías de una comisaría situada junto a la Zona Verde, el área más protegida de Bagdad, mientras que en Mosul, al norte del país, 17 milicianos kurdos murieron al estallar otro vehículo con explosivos junto al autobús en el que viajaban. En otras dos acciones de los rebeldes, cuatro soldados estadounidenses fallecieron y 11 resultaron heridos. El ataque contra la comisaría, que dejó 60 heridos, se produjo ya de mañana.

FUERTE EXPLOSION Según algunos testigos, uno de los vehículos, un todoterreno de color blanco, lo conducía un suicida que aprovechó el momento en que entraban al recinto policial varios coches patrulla para abalanzarse y hacer estallar la carga contra la comisaría de Salhiya. La fuerte explosión destruyó más de 30 coches e hizo que se viniera abajo la fachada del edificio que alberga el servicio de investigación criminal.

De los heridos, 42 son policías. Se trata del segundo ataque cometido contra un centro policial de Bagdad en los últimos dos días. El viernes, 16 policías murieron en el asalto a una comisaría de la capital.

ATENTADO CON COCHE BOMBA Horas más tarde, en Mosul, 17 milicianos de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) perdieron la vida y otros ocho resultaron heridos en otro ataque suicida con coche bomba. El vehículo cargado de explosivos estalló al paso del autobús que transportaba a las víctimas. Los milicianos kurdos procedían de la ciudad de Irbil y se dirigían a Mosul para proteger las oficinas del UPK en la ciudad.

Al este de Bagdad, entretanto, la explosión de una bomba artesanal acabó con la vida de un soldado estadounidense y causó heridas a otros cinco. En la localidad de Gahalabiyak, cercana a Baquba, otro militar estadounidense murió y un segundo resultó herido tras estallar una bomba al paso de un convoy militar.

Fuentes del Ejército de Estados Unidos informaron también ayer de la muerte, el pasado viernes, de dos soldados estadounidenses más en un atentado con coche bomba cometido junto a la frontera del país con Jordania. Justo después del atentado, en el que otros cinco soldados resultaron heridos, las autoridades ordenaron el cierre del puesto fronterizo de Trebil.

En otros actos de violencia, dos hombres fueron abatidos a tiros en el centro de Bagdad, mientras que en el norte de la capital murieron cuatro iraquís y un policía en varias acciones armadas. También fueron hallados los cadáveres de tres personas que trabajaban para el Ejército de Estados Unidos.