Andrew Gilligan, el periodista que desató la tormenta del caso Kelly , dimitió ayer como reportero de la BBC, después de que el informe del juez Hutton considerara "infundada" su información de que el Gobierno británico exageró la amenaza que suponía Sadam. Gilligan es la tercera persona de la cadena en dimitir, tras el director general, Greg Dyke, y el presidente, Gavyn Davies.

Gilligan, que utilizó como fuente de información al experto en armas David Kelly y acusó luego al Gobierno de exagerar la amenaza que representaba Irak, pidió perdón por los errores, pero denunció que la BBC "ha sido víctima de una grave injusticia". En la misma línea, Dyke afirmó que el informe de Hutton sobre la muerte de Kelly "está claramente equivocado".

"Es notable, como (Hutton) le ha concedido un juicio favorable a todo el mundo en el Gobierno y a nadie en la BBC", señaló Dyke. "Nuestra opinión es que hay puntos donde se ha equivocado", añadió. Como ejemplo, Dyke señaló que el magistrado consideró irrelevantes las contradicciones en que incurrió Alastair Campbell, exjefe de Comunicaciones de Tony Blair.

Los británicos también piensan que el juez ha sido parcial. Según un sondeo publicado ayer por The Daily Telegraph , el 67% opina que la BBC dijo la verdad y el 56% cree que el informe no ha sido imparcial.

En EEUU, el senador republicano John McCain pidió que se abra una investigación independiente sobre los fallos de los servicios secretos acerca de las armas de destrucción masiva de Irak. Por otra parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, anunció que dentro de "unos pocos días" irá a Irak la misión que estudiará la posibilidad de celebrar elecciones antes del verano.