El dirigente de Corea del norte, Kim Jong-un, ha prometido lanzar más misiles para dejar claro a todo el mundo que el lanzado este martes y que sobrevoló Japón antes de caer sobre el Pacífico no fue un acto teatral, ni una excepción.

En una declaraciones recogidas este miércoles por la agencia de noticias norcoreana, KCNA, Jong-un afirma que el lanzamiento del martes es "un preludio importante para contener Guam, la base avanzada de la invasión". Guam es la isla del Pacífico que forma parte del territorio estadounidense y que está en el punto de mira de Pionyang.

El líder norcoreano ha dicho también que la prueba del misil, un Hwasong-123, es una "medida tomada" como respuesta a las maniobras militares conjuntas que en la actualidad están llevando a cabo los ejércitos estadounidense y el surcoreano en Corea del Sur. Pionyang considera estos ejercicios, que son habituales, como en ensayo general de la invasión de su territorio.

Las autoridades norcoreanas han publicado este miércoles una veintena de fotografías del lanzamiento del misil. En una de ellas aparece un eufórico Kim Jong-un rodeado por varios de sus consejeros.

DESPRECIO DE SUS VECINOS

El consejo de seguridad de la ONU, que recientemente impuso nuevas sanciones al régimen de Corea del Norte, ha condenado este miércoles el nuevo lanzamiento describiéndolo como un hecho "escandaloso". También el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que "todas las opciones estan sobre la mesa", y que el régimen de Pionyang "ha mostrado su desprecio a sus vecinos, a todos los miembros de las Naciones Unidas y a las normas mínimas y aceptables de conducta internacional".

Mientras tanto, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha calificado el lanzamiento del misil como "una amenaza grave y sin precedentes".