Tras un fin de semana de especulaciones y rumores sobre su continuidad como primer ministro, Tony Blair ha lanzado el mensaje ante la opinión pública de que EEUU y Gran Bretaña planean acelerar la salida de sus tropas en Irak. La información publicada ayer por varios periódicos británicos, que citan como fuente a un portavoz del primer ministro, asegura que Londres y Washington estudian una "estrategia de salida" que consiste en dar a Irak con la mayor urgencia el control sobre la seguridad del país.

Según este portavoz, el objetivo es el repliegue de las fuerzas de la coalición "tan pronto como sea posible, cuando podamos dejar detrás un Gobierno y un aparato de seguridad efectivos" en Irak. Con ello, Gran Bretaña y EEUU quieren subrayar que habrá un "final" que permitirá la evacuación de 135.000 soldados estadounidenses y 9.000 británicos. Ambos países trabajan para que una nueva resolución de la ONU refrende la transferencia de poder, el 1 de julio.

Este gesto supone un giro en su actual política, ya que durante meses los dos países han insistido en que las tropas permanecerán hasta que sea necesario, quizá hasta el 2006 o el 2007. En este sentido, Blair quiso matizar ayer en Turquía, donde estaba de viaje oficial, que no habrá una salida rápida de Irak.