El exministro del Interior Miguel Rodríguez Torres ha sido detenido por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), organismo que él mismo creó en su día por orden de Hugo Chávez. Rodríguez Torres, que estuvo al lado de Chávez desde el intento de golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez, el 4 de febrero de 1992, y tiene el grado de mayor general, participaba en un hotel caraqueño de un acto político cuando un grupo de agentes lo ha arrestado.

La televisión estatal ha informado que el fundador del Sebin y aliado de Nicolás Maduro hasta finales de 2014 realizaba acciones contra “la unidad monolítica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”, que incluían “actos armados y conspiraciones contra nuestra Constitución”. El mensaje de la televisión ha incluídola previsible difamación: “queremos recordar al pueblo de Venezuela que el señor Rodríguez Torres fue echado del Gobierno Bolivariano al comprobársele vinculaciones con organismos de inteligencia de Estados Unidos”. La televisión no solo formuló ha informado del arresto. “Instamos a los órganos de justicia para que actúen con todo el peso de la ley y con la severidad debida frente a la traición y el crimen”.

PRIMERAS PROTESTAS

Rodríguez Torres no tuvo responsabilidades menores durante el primer año de Maduro. Le tocó enfrentar las primeras protestas en contra del Gobierno y que dejaron 43 muertos y decenas de heridos. El presidente lo destituyó después de que un líder de los grupos chavistas conocidos como colectivos perdiera la vida durante un enfrentamiento contra agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).

El exministro pasó entonces a formar parte de lo que se conoce como chavismo crítico, una corriente unida por el rechazo al Gobierno cívico-militar. Rodríguez Torres intentó nuclear alrededor suyo parte de esas voces de descontento y establecer a su vez lazos con sectores de la oposición. Está convencido de que el rechazo a la figura de Maduro es mayoritario en una sociedad cansada de la escasez y la falta de oportunidades.

De hecho, salió a respaldar la creación del Frente Amplio Venezuela Libre en el que confluyen la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y hasta chavistas desencantados. Esta nueva coalición -que encuentra a Rodríguez Torres en la misma trinchera de algunos dirigentes que reprimió en 2014- rechaza las elecciones presidenciales convocadas por el Gobierno para el 20 de mayo por considerar que no existen condiciones que garantizan su limpieza.

Como parte de su giro político, el Gobierno vinculó también a Rodríguez Torres con la DEA (agencia antidroga estadounidense) y a Oscar Pérez, el inspector policial que se alzó en armas contra Maduro y murió el 15 de enero por resistirse supuestamente a la patrulla que lo había detectado en las afueras de Caracas. Fue además inhabilitado de ejercer cargos públicos.

MALESTAR CASTRENSE

El arresto del fundador del Sebin tiene lugar días después de que se filtrara la noticia de la detención de varios oficiales del Ejército así como la expulsión de una veintena de ellos, todos acusados de los delitos de traición a la patria e instigar al derrocamiento de Maduro. La aguda crisis económica, con su correspondiente malestar social, no dejan indemne a las instituciones castrenses.

A pesar de los constantes llamados de Maduro y Diosdado Cabello a la lealtad, no dejan de filtrarse las expresiones de descontento. “Hay una crisis militar, la prisión de cuatro Comandantes de Batallón indica que la ola desestabilizadora llegó a los cuarteles”, ha señalado Toby Valderrama Antonio Aponte en el portal de izquierdas Aporrea. “El Gobierno ya perdió la capacidad de ocultarla, de ignorarla, de endosarla a enemigos ficticios, es patente su incapacidad para resolverla. Ya nadie en su sano juicio cree sus mentiras, su desfachatez ofende a todos”. Rodríguez Torres debía coincidir con ese diagnóstico. “Las condiciones objetivas de un golpe de Estado hoy son 100 veces superiores a las del 4 de febrero (de 1992). Los oficiales de la Fuerza Armada, las tropas, la familia militar, está pasando la misma penuria que pasamos todos en la calle”, dijo el pasado 6 de marzo.