La selección española de fútbol se enfrenta a la de Kosovo el próximo miércoles dentro de la fase de clasificación para el Mundial de Catar de 2022. Un partido que ha generado polémica, ya que España es uno de los cinco países de la Unión Europea, junto a Grecia, Rumanía, Eslovaquia y Chipre, que no reconocen como estado independiente a Kosovo, país que declaró unilateralmente su independencia de Serbia en 2008.

Esta es precisamente la causa de que los Gobiernos de Zapatero, Rajoy y Sánchez hayan mantenido esa posición, ya que no han querido que sirva de precedente para los movimientos independentistas internos, particularmente para el catalán, que ha citado habitualmente el ejemplo kosovar como inspiración. La postura de los Ejecutivos españoles no ha cambiado pese a que el entonces presidente del país balcánico, Hashim Thaçi, negase en 2019 que los casos sean similares.

"Invito a España que nos reconozca, ya que sería la decisión correcta. El caso de Kosovo es especial. En Kosovo ha ocurrido limpieza étnica y genocidio por parte del Estado de Slobodan Milosevic. Hemos librado una batalla por la existencia. La intervención de la OTAN ha sido una intervención humanitaria para proteger a la población civil. España no es Serbia, no está gobernada por un Slobodan Milosevic, y tampoco Cataluña es Kosovo", aseguró en una entrevista a Efe.

División internacional

Tras la guerra entre Kosovo y Serbia de febrero de 1998 a junio de 1999, el territorio quedó formalmente como una provincia autónoma de Serbia administrada por la ONU de forma interina, si bien el Gobierno de Belgrado no intervenía en la práctica en la región. En febrero de 2008, el parlamento kosovar proclamó la independencia de forma unilateral. La Asamblea General de la ONU consultó a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que en 2010 dictaminó de forma no vinculante que la proclamación no había violado el derecho internacional.

La declaración de independencia, no reconocida por Serbia, dividió y divide a la comunidad internacional. Kosovo sigue sin ser reconocido como estado independiente por unos 50 países, como China o Rusia, pero cuenta con el apoyo de otros en torno a 100 integrantes de la ONU, entre ellos Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia y Alemania. El anterior ministro de Exteriores, Josep Borrell, ya dejó claro en 2018 que España mantendrá su rechazo salvo que Kosovo y Serbia pacten el reconocimiento de su independencia, con lo que dejaría de considerarse unilateral: "No somos más papistas que el Papa".

Más de una década de roces

La relación entre España y Kosovo ha sido compleja desde su proclamación de independencia. En 2009, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero retiró las tropas españolas en la región, lo que le valió críticas en la OTAN. Años después, su sucesor, Mariano Rajoy, rechazó la entrada del país en la UE y se negó a acudir a una cumbre de los países comunitarios con de los Balcanes en Bulgaria para evitar sentarse en la mesa con los representantes kosovares. Y hace apenas algo más de dos años, el Comité Olímpico internacional (COI) amagó con excluir a España de las competiciones internacionales si no facilitaba una solución para que Kosovo pudiera participar en las mismas.

El próximo partido de las selecciones de fútbol también ha generado roces. Kosovo amenazó con no disputar el encuentro si no se le permitía utilizar su bandera y su himno, después de la Real Federación Española de Fútbol se refiriese al país como "territorio de Kosovo". Su homóloga kosovar respondió con un duro comunicado: "El enfoque del Estado español hacia el Estado de Kosovo ha sido lamentablemente destructivo desde la declaración de Independencia el 17 de febrero de 2008, pero este enfoque y la estructura que las instituciones de este país intentan darle a la ciudadanía de Kosovo, no puede cambiar la historia y la realidad".

Finalmente se pudo encontrar una solución y el país utilizará sus emblemas nacionales, como dicta la Federación Internacional de Fútbol (FIFA). "España evidentemente no reconoce a Kosovo como un Estado independiente, pero eso no significa que España no participe en torneos en los que participa Kosovo. Aquí estamos jugando con las reglas FIFA. Son sus reglas, no son las del derecho internacional en materia de reconocimiento de Estados. Por eso en la FIFA hay competidores como Islas Feroe, Gales, Escocia, Irlanda del Norte o Gibraltar, que no son Estados", apuntó la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.