El magnate Petró Poroshenko ha sido hoy investido presidente de Ucrania durante una ceremonia oficial en la Rada Suprema (Parlamento) a la que asisten más de medio centenar de delegaciones oficiales. Poroshenko, el quinto presidente en la historia del país, reemplaza en el cargo a Víktor Yanukóvich, que se exilió en Rusia tras ser depuesto durante los violentos disturbios de febrero pasado en Kiev.

La toma de posesión del nuevo jefe de Estado ucraniano se produce después del primer contacto el viernes entre Poroshenko y el presidente ruso, Vladímir Putin, en el que ambos mandatarios abogaron por el fin de los combates en las regiones prorrusas del este del país.

Poroshenko, de 48 años y que ganó las elecciones presidenciales del pasado 25 de mayo con el 54,7% de los votos, ha juradoel cargo con la mano derecha en la Constitución y en la Biblia. Después de que todos los diputados e invitados a la ceremonia se pusieran de pie para entonar el himno ucraniano, Poroshenko ha recibido el documento que la acredita como nuevo presidente, país que se proclamó independiente de la Unión Soviética en 1991.

Al acto han asistido, entre otros invitados, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden; el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy; y el ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius. En la investidura, Rusia ha estado representada solo por el embajador en Kiev, Mijaíl Zurábov, quien fue retirado por el Kremlin tras los disturbios de febrero.

Breve encuentro Poroshenko-Putin

Durante el breve encuentro que mantuvieron la víspera en Francia, Poroshenko acordó con Putin que un emisario ruso viajará este domingo a Kiev para abordar los primeros pasos para el arreglo del conflicto en el este de Ucrania. Ambos mandatarios abogaron por poner fin a los combates en el este de Ucrania entre fuerzas gubernamentales y los rebeldes prorrusos.

Poroshenko, quien tiene intención de firmar en breve un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, también se reunió esta semana con el presidente de EEUU, Barack Obama, y la cancillera alemana, Angela Merkel, que apoyaron su plan de arreglo del conflicto.

La ofensiva gubernamental contra los bastiones prorrusos del este del país, en particular en torno a la localidad de Slaviansk, región de Donetsk, continúa sin que los milicianos prorrusos parezcan dispuestos a ceder sus posiciones.