En medio de un clima de violencia que no amaina y que la pasada madrugada dejó 13 rebeldes muertos en Faluya, el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, realizó ayer una visita no anunciada a Bagdad y prometió acelerar la entrega de fondos al Gobierno iraquí para acelerar la reconstrucción de las infraestructuras afectadas por la guerra. "Esta mejora contribuirá a la estabilización. Reconstrucción y estabilidad son dos caras de una misma moneda", dijo Powell.

El jefe de la diplomacia estadounidense, el primer dirigente de alto rango que visita el país desde el traspaso de poderes, se reunió en la capital iraquí con el presidente, Ghazi al Yauar, con el viceprimer ministro, Borhum Saleh, y con el embajador de EEUU, John Negroponte. Con los tres habló de la reconstrucción, del proceso hacia la democracia y de la propuesta saudí de enviar a Irak una fuerza árabe de paz.

ACUERDO DE LA OTAN Por su parte, la OTAN alcanzó ayer un acuerdo de mínimos para desbloquear la prometida formación de las fuerzas armadas iraquís. El Consejo Atlántico, máximo órgano político de la organización, necesitó siete reuniones en tres días para lograr el compromiso. La controvertida cuestión sobre de quién dependerán en la cadena de mando los oficiales que se desplacen a Irak quedó aplazada hasta el próximo septiembre.