El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, admitió ayer por primera vez que será difícil organizar una consulta en todo Irak el próximo mes de enero, dada la violencia con la que se levanta cada día el país. "Es prematuro decir que podremos celebrar elecciones totales y libres en todo el territorio iraquí", afirmó ayer a la cadena ABC. "La situación se está agravando", añadió.

Powell hizo ayer un tour por varias televisiones para corregir a su segundo en el Departamento de Estado, Richard Armitage, quien el viernes rectificó al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y aseguró que las elecciones en Irak se harían en todo el territorio.

Estas contradicciones internas muestran la división que hay en la Casa Blanca respecto a la estrategia a seguir para que los iraquís y el Gobierno de EEUU puedan salir del atolladero en el país árabe.

Ayer, como casi cada día, en Irak volvieron a ulular las ambulancias y a oírse llantos. Fuentes hospitalarias informaron de que ocho civiles murieron y cerca de 30 resultaron heridos en un nuevo bombardeo de la aviación de EEUU perpetrado la madrugada de ayer contra la ciudad de Faluya, el tercero en 24 horas. El Ejército volvió a repetir lo mismo: el ataque iba dirigido contra supuestos seguidores del jordano Abú Musab al Zarqaui, considerado el máximo representante en Irak de Al Qaeda. En la ciudad de Latifiya, los insurgentes atacaron de madrugada un convoy formado por vehículos que transportaban petróleo. La acción se saldó con 10 muertos.