Casi cada día Tony Blair debe repetir que la guerra de Irak estuvo justificada. Ayer lo hizo en el programa de radio Today (BBC), el matinal de más prestigio del país. Fue en este informativo en el que el periodista Andrew Gilligan acusó al Gobierno de exagerar el peligro que representaba Irak para justificar la guerra.

En una entrevista muy tensa, Blair rechazó la idea de que los ciudadanos no volverían a confiar en él si en el futuro pretendiera involucrar al Reino Unido en una nueva acción militar. Tampoco estuvo de acuerdo con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien recientemente calificó la guerra de Irak de ilegal, porque EEUU y el Reino Unido no lograron una segunda resolución del Consejo de Seguridad. "Ese es su punto de vista, pero no el mío", respondió Blair.

El primer ministro también desmintió que aceptara como buenos los informes de los servicios secretos sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Sadam, porque ya había tomado la decisión de ir a la guerra. El diario The Evening Standard filtró ayer un supuesto informe secreto del Pentágono, según el cual militares británicos y de EEUU empezaron a reunirse para planear la invasión en junio del 2002, nueve meses antes de que la Cámara de los Comunes autorizara la participación en la guerra.