"Ahora inventaron el término 'default selectivo'. No existe. Van a tener que inventar una palabra, 'default' no es", ha dicho la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en respuesta a la decisión de dos calificadoras de riesgo de considerar que Argentina se encuentra en suspensión de pagos desde la noche del miércoles. CFK ha aprovechado el anuncio de un aumento de las pensiones para fijar la posición de su país en un tema que desvela al mundo. La jefa de Estado ha vuelto a negar que Argentina esté en suspensión de pagos y ha advertido de que el país se enfrenta un ataque: "Lo que nos toca vivir a los argentinos es violencia: misiles financieros".

Fernández de Kirchner ha hablado así pocas horas antes de la nueva audiencia fijada por el juez de Nueva York, Thomas Griesa. Este viernes al mediodía representantes argentinos y de los llamados fondos "buitres" volverán a verse las caras. "Negarse al diálogo es un absurdo, pero tenemos que defender los intereses del país, haciendonos cargo en forma justa, equitativa y sustentable de la deuda", ha dicho la presidenta, dejando entrever que nada auspicioso espera de ese encuentro. Para CFK, Argentina no puede aceptar las condiciones que le ha impuesto el juez. "No quiero pasar a la historia como pasaron otros (presidentes), sino como alguien que defendió los intereses de los argentinos", ha afirmado.

"El mundo sigue andando"

Ha replicado la presidenta las palabras del mediador judicial, Daniel Pollack, que sostiene que Argentina ya está en "suspensión de pagos" y que esto tendrá efectos negativos para los argentinos. "Estamos en el 31 de julio y el mundo sigue andando, lo que no deja de ser una buena noticia", ha señalado Kirchner, que ha asegurado que el país utilizará "todos los instrumentos legales" en su litigio con los fondos especulativos. "Quédense tranquilos, no haremos nada fuera de la ley, y será con la aprobación del Congreso".

El ministro de Economía, Axel Kicillof, ha salido también al paso de las afirmaciones de Pollack y las calificadoras de riesgo. "Lo de 'default' es una pavada atómica", ha dicho el ministro. A su juicio, no se cumplen ninguna de las condiciones por los cuales un país suspende los pagos: insolvencia, declaración de una moratoria o la invalidez de los convenios firmados oportunamente. Las declaraciones de Pollack, añade Kicillof, "parecían un manual de cómo perjudicar a Argentina".

En plena tormenta, las acciones de la Bolsa de Buenos Aires cayeron el jueves un 6,8% y los diferentes títulos de la deuda argentina experimentaron retrocesos del orden del 8%. El dólar en el mercado paralelo volvió a dispararse.

Pago congelado

En la noche del 30 de julio se cumplió el periodo de gracia para que los tenedores de bonos reestructurados entre el 2005 y el 2010, que representan a un 92,7% de los acreedores, recibieran el pago de 539 millones de dólares. El Gobierno envió esos fondos al Bank of New York (BoNY) a finales de junio. Sin embargo, el depósito fue bloqueado por el juez Griesa, que exige que, primero, se cumpla su sentencia que obliga a Argentina a cancelar sus obligaciones con los "buitres" por 1.300 millones de dólares. La inédita situación ha sido calificada en Argentina de 'Griefault', un juego de palabras que asocia el apellido del magistrado y el impago.

Hay una línea que Argentina sabe que no puede traspasar. Si le pagara a los fondos especulativos conforme lo dictado por el juez, al menos antes del 5 de enero próximo, sería una catástrofe. Es que recién en la primera semana de 2015 expira la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers) que habilita a los otros acreedores a exigir las mismas condiciones de cobro que podría beneficiar en este caso a los "buitres". Están en juego más de 120.000 millones de dólares. "La cláusula RUFO nos convertiría en un país inviable", dijo la presidenta. Recordó que a los fondos especulativos se les ha ofrecido ganancias del 300%. "Pero ellos quieren la sentencia usuraria que les da el 1680% (de ganancia)".

Al hablarle al país, CFK glosó un discurso de 2004 de Néstor Kirchner: "los que endeudaron son los que siguen diciendo que hay que firmar a cualquier precio. Nuestra posición es razonada, seria, que no nos coloquen en ello que se viene el caos. Queremos convivir integrados a un mundo, pero también es hora que ese mundo les ponga freno a los fondos buitres y a los bancos insaciables. Que no nos vuelvan a meter miedo". La presidenta dijo que esa postura, previa a que comenzara el proceso de negociación de la deuda, un año más tarde, sigue teniendo absoluta vigencia.

Argentina recibió ayer la solidaridad de Brasil. "No creo que Argentina esté en una suspensión de pagos, pues está pagando su deuda. Le ha depositado a sus acreedores, le pagó al Club de París, pero enfrenta una situación sui generis, que es excepcional, pues quien le impide pagar es un juez estadounidense", dijo el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega. Conjeturó que podría haber "otras soluciones" al problema "como que bancos privados compren los títulos de los fondos buitres".

Esa posibilidad mencionada por Mantega no ha llegado hasta ahora a beun puerto. Una delegación de banqueros argentino retornó a Buenos Aires procedente de Nueva York donde intentó explorar la posibilidad de adquirir los bonos en manos de los grupos especulativos. Para los bancos locales no se trata de una acción samaritana: poseen en sus activos una cantidad elevada de títulos de deuda argentina que podría comenzar a desvalorizarse. "Si los bancos creen que es conveniente, por generosidad o patriotismo, poner plata suya, no nos oponemos", dijo Kcillof.