El presidente de Chechenia y fiel aliado de Moscú, Ajmad Kadirov, falleció ayer a causa de un atentado en Grozni cuya autoría apunta a los separatistas islámicos. El ataque también acabó con la vida de varias personas más, aunque las cifras varían según las fuentes. El Ministerio de Interior checheno dijo que habían muerto 32 personas, mientras que el Kremlin limitó las víctimas a seis. El primer ministro, Sergei Abramov, asumió la presidencia.

La explosión se produjo por la mañana en el palco de honor del Estadio Dinamo, durante la ceremonia de conmemoración de la victoria de Rusia sobre el nazismo en la segunda guerra mundial.

En el atentado también murió el presidente del Consejo de Estado checheno, Jusein Isaev. El periodista de la agencia de información Reuters Adlan Jasanov, que estaba cubriendo el acto, también falleció a consecuencia de la explosión. El Ministerio de Interior checheno informó de que había detenido a cinco sospechosos.

OTRO ARTEFACTO NO EXPLOTO Según el Ministerio para las Situaciones de Emergencia ruso, el artefacto que estalló debajo del palco en el que se encontraban varios miembros del Gobierno checheno era una mina activada a distancia. Esta versión discrepa de la ofrecida por los separatistas, que informaron a través de su página web de que el explosivo fue activado por una mujer kamikaze. La policía encontró en el lugar un segundo artefacto explosivo que iba a estallar 20 minutos después de la primera bomba, pero que finalmente no funcionó.

Según el Servicio Federal de Seguridad ruso, el artefacto que mató a Kadirov estaba emparedado en las estructuras de hormigón armado de la tribuna, lo cual impidió localizarlo al servicio de seguridad de Kadirov. El Estadio Dinamo había estado en obras hasta el pasado 27 de abril.

Este asesinato deja a Moscú sin su hombre en la belicosa república del Cáucaso y sin un férreo líder capaz de controlar distintos clanes enfrentados que lo han apoyado como la única alternativa a la guerra civil. Kadirov fue nombrado por el Kremlin como jefe de la Administración provisional de Chechenia en el 2000 y ganó las presidenciales en octubre del año pasado.

El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió ayer una "venganza inminente" a los terroristas. "Kadirov ha muerto, pero no ha sido vencido", dijo Putin, durante la reunión en el Kremlin con Ramazán Kadirov, hijo del líder asesinado. "Con sus acciones demostró que no puede haber ningún signo de igualdad entre los bandidos terroristas y todo un pueblo", declaró el presidente ruso.

SUPERVIVIENTE Desde su nombramiento como jefe de la Administración chechena, Kadirov había sobrevivido a varios atentados. El líder de los separatistas y expresidente, Aslan Masjadov, había prometido 100.000 euros por la cabeza de su principal adversario. En mayo del 2003, 30 personas murieron y más de 150 resultaron heridas en la localidad chechena de Ilasjan-Yurt a causa de un ataque perpetrado contra Kadirov por dos mujeres kamikaze de los radicales islamistas.

Kadirov invitó el mes pasado a Masjadov a entregar las armas a cambio de un indulto garantizado por el Kremlin. Varios combatientes próximos al líder separatista se han pasado al bando de Kadirov en los últimos meses.