Los magistrados que condenaron por corrupción al exprimer ministro francés Alain Juppé a 18 meses de prisión con suspensión de pena, y a 10 años de inhabilitación, han denunciado haber sido objeto de presiones durante el proceso. En declaraciones a dos diarios, la presidenta del tribunal, Catherine Pierce, indicó ayer que tomó medidas excepcionales para garantizar la confidencialidad de sus actuaciones, después de sufrir el registro de despachos, escuchas telefónicas, e incluso amenazas de muerte.

En una entrevista publicada por Le Parisien , Pierce denunció: "Nuestros despachos, el mío y el de mis asesores, han sido regularmente visitados estos últimos meses. Nuestros ordenadores profesionales también fueron registrados". Según la magistrada, hasta los teléfonos personales fueron objeto de escuchas. "No sabemos quién está detrás de esto", declaró Pierce, quien dijo haber informado a sus superiores.

INVESTIGACION El ministro de Justicia francés, Dominique Perben, que dijo no estar al corriente de estos hechos, ordenó ayer la apertura de una investigación para establecer responsabilidades.

Juppé, presidente de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), fue condenado el viernes tras ser declarado culpable de pagar con fondos de la Alcaldía de París los salarios de siete personas que trabajaban para el partido Reagrupamiento para la República (RPR).