Steve Devaux, un preso francés de 24 años de la cárcel de Haubourdin, tiene desconcertadas a las autoridades penitenciarias. La razón es que el joven se había fugado de ese centro el pasado 25 de octubre. Sin embargo, el motivo de su huída no era otro que el de ir a llorar a la tumba de su madre, que falleció en el 2009.

Cinco días depués, es decir, el pasado jueves, el propio joven se entregó voluntariamente en una comisaría de policía, a los que explicó, según relata el diario 'La Voix du Nord' que había pasado los cincos días en el cementerio, junto a la tumba de su madre, sobre la que llegó a dormir.

OTROS TRES MESES DE CÁRCEL

El joven, por su buen comportamiento, disfrutaba ya de un segundo grado penitenciario, pero se enfrenta ahora a una nueva pena de tres meses de cárcel por esa fuga.