El primer ministro de Malta, Robert Abela, y el principal comandante militar del país, el general de brigada Jeffrey Curmi, se enfrentan a una investigación criminal después de que una oenegé les acusara, con informes policiales en mano, de causar la muerte de al menos cinco migrantes. El primer ministro ha confirmado que la denuncia ha puesto en marcha una investigación sobre su persona, sobre la del general y sobre la tripulación de un barco patrullero de las Fuerzas Armadas de Malta relacionado con el incidente.

Malta declaró la semana pasada sus puertos inseguros debido a la pandemia de coronavirus, lo que provocó la paralización inmediata de los traslados de los migrantes. La oenegé denunciante, Repubblika, ha presentado dos informes policiales sobre dos incidentes. Uno se refiere a la muerte de al menos cinco migrantes a bordo de un barco abandonado a su suerte en aguas maltesas antes de ser devuelto a Libia esta semana. Otras siete personas están desaparecidas, según los supervivientes.

El segundo informe sigue las afirmaciones de una oenegé que opera una línea telefónica de emergencia marítima, Alarm Phone, sobre un tripulación del Ejército maltés que habría saboteado un barco que transportaba inmigrantes y que fueron rescatados posteriormente. Repubblika ha pedido a la Policía que investigue a Abela, Curmi y la tripulación militar de la patrullera.

Acusaciones cruzadas

Abela, no obstante, ha acusado a la oenegé, así como a un miembro de la oposición en el Parlamento que ejerce como uno de los abogados de la organización, de distraer a Malta de su trabajo para contener el coronavirus.

"Estamos trabajando día y noche para proteger a nuestro país, pero hay personas que quieren encarcelarnos de por vida", ha declarado el primer ministro.