El consejero delegado de Cambridge Analytica, Alexander Nix, ha sido suspendido de sus funciones con «efecto inmediato» tras ser filmado con una cámara oculta, junto a otros ejecutivos de la firma, en un vídeo emitido el lunes por la cadena de televisión Channel 4, hablando de los trucos sucios que emplean en las campañas electorales. «La junta de Cambridge Analytica anuncia que ha suspendido a CEO Alexander Nix con efecto inmediato, pendiente de una completa e independiente investigación», señala el comunicado difundido a última hora de ayer. «La junta considera que los recientes comentarios del señor Nix, grabados por Channel 4 y otras alegaciones, no representan los valores o las operaciones de la firma y esta suspensión refleja la seriedad con la que nos tomamos esta violación», añade la nota. Cambridge Analytica es la compañía en el centro del escándalo de la filtración de datos en Facebook. La firma se atribuye la victoria de Donald Trump.

En la filmación, Nix sugiere al periodista, que se hace pasar por un cliente potencial, una serie de tácticas de su compañía para desacreditar a los políticos en internet y las redes sociales. Uso, por ejemplo, de prostitutas para implicarles en un escándalo sexual. Ofrecimiento de sobornos para filmarles y acusarles de corrupción. Utilización de antiguos espías del Reino Unido e Israel para escarbar en el pasado del político en cuestión. Y por supuesto, operan en secreto.

En la filmación el ejecutivo de Cambridge Analytica habla de contratar «ucranianas» para tentar al político a derribar. «Tenemos muchas historias del estilo de mandar chicas a las casas de los candidatos. Podemos llevar algunas ucranianas de vacaciones con nosotros. Sabe lo que quiero decir. Son preciosas y funciona muy bien», explica Nix al reportero, que se hizo pasar por representante de una familia adinerada de Sri Lanka a la búsqueda de influencia política en su país.

Airear los trapos sucios

Sacar los trapos sucios del candidato a eliminar es otra táctica, pero en Cambridge Analytica van más allá. «Oh, hacemos mucho más que eso», comenta Nix durante una cena en un hotel de Londres. «Rebuscar en profundidad es interesante, pero, sabe, es igualmente de eficaz ir y hablar directamente con la persona en cuestión y hacerle una oferta fabulosa, asegurándonos de que está siendo filmada en vídeo como prueba de corrupción». Y el ejecutivo pone un ejemplo. «Le vamos a ofrecer una gran cantidad de dinero al candidato para financiar su campaña a cambio de tierra, por ejemplo, lo filmamos todo, ocultamos la cara de nuestro tipo y lo colgamos en Internet».

Todos los trabajos de Cambridge Analytica, explica su directivo, se realizan de manera oculta. La firma se esconde tras redes y grupos subcontratados que cambian continuamente. «Operamos a través de diferentes vehículos, en la sombra, y esperamos construir una muy larga y secreta relación con usted», le dice Nix al reportero. El directivo tampoco ve inconveniente en ayudar a sus clientes difundiendo mentiras. «Son cosas que, quiero decir, suena fatal, pero son cosas que no es necesario que sean ciertas mientras sean creídas».

Las confesiones fueron filmadas en una serie de reuniones en hoteles de Londres a lo largo de cuatro meses, entre noviembre del 2017 y enero de este año. Junto a Nix, acudieron el director ejecutivo de la empresa, Mark Turnbull, y Alex Tayler, el jefe del servicio de datos (Chief Data Officier). En los encuentros los ejecutivos alardean de haber trabajado en unas 200 elecciones en todo el mundo, incluidas las de Nigeria, Kenia, la República Checa, India y Argentina.