Las protestas siguen en diferentes ciudades de Irán por tercer día consecutivo mientras las autoridades han programado una serie de contramarchas de apoyo al régimen por todo el país y han prohibido expresamente las no autorizadas. Las manifestaciones, que arrancaron el pasado jueves por primera vez, tienen como objetivo denunciar el alza de los precios y el gasto que está llevando a cabo en las intervenciones en Siria e Irak el Gobierno del presidente reformista Hasán Rohaní, aunque con el paso de los días las concentraciones, sobre todo en Teherán y en otros centros urbano de importancia, han adquirido mayor peso político con eslóganes contra el régimen y el verdadero hombre fuerte del régimen, el guía supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Al menos dos personas han muertos por disparos de la policía en la ciudad de Dorud, al oste del país, informa la agencia Reuters

"Contrariamente a las concentraciones de otras ciudades que fueron contra la situación económica y la inflación, estas manifestaciones (en Teherán) son de carácter político", ha informado la agencia semioficial iraní Fars, refiriéndose a las protestas que han habido este sábado frente a la universidad de Teherán y alrededores. Según la agencia, decenas de jóvenes han lanzado piedras contra las fuerzas antidisturbios. Un vídeo colgado en las redes sociales muestra a varios de los manifestantes gritando "Muerte al dictador", en referencia a Jamenei. En otras imágenes, captadas en otra parte de Teherán, se aprecia como la policía detiene a varios manifestantes que gritaban "¡Que se vaya, que se vaya! En la avenida Enghelab del centro de la capital, los manifestantes, que coreaban lemas contra los responsables del país, han sido dispersados por la policía con gases lacrimógenos, según ha comprobado sobre el terreno la agencia EFE. En el centro universitario también se han concentrado partidarios del régimen que han calificado a los opositores de "sediciosos".

El Ministerio iraní del Interior ha reiterado la prohibición de llevar a cabo manifestaciones y protestas no autorizadas. La nueva ley de delitos políticos iraní, aprobada el pasado enero, penaliza cualquier manifestación considerada "contraria a la gestión del país y sus instituciones políticas y a las políticas nacionales y exteriores".

Rebelión de hace ocho años

Las protestas antigubernamentales han concidido con las concentraciones que organiza cada año el régimen para conmemorar el fin de la rebelión que protagonizó en el 2009 el llamado movimiento verde, una gran movilización de protesta que nació tras la reelección del ahora expresidente Mahmud Ahmadineyad en las elecciones presidenciales de ese año que la oposición tildó de fraudulentas. Los disturbios entonces duraron meses y fueron fuertemente reprimidas. Según ha informado la televisión estatal, el Gobierno ha organizado concentraciones en más de 1.200 ciudades y pueblos del país.

Las manifestaciones de esta semana son las más importantes sucedidas en el Estado persa desde la revuelta de hace ocho años, aunque de momento, según las imágenes que han llegado a través de las redes sociales, son concentraciones poco numerosas.

El ministerio iraní de Asuntos Exteriores iraní, por su lado, ha criticado los comentarios en Twitter del presidente de EEUU, Donald Trump, sobre las protestas, al considerarlas una injerencia en los ausntos internos de Irán. El presidente estadounidense, además de calificar de "corrupto" el régimen iraní y de acusarlo de "financiar al terrorismo", pide al Gobierno de Teherán que respete "el derecho del pueblo a expresarse" y ha advertido que "el mundo está viendo" lo que sucede en Irán.