El presidente ruso, Vladimir Putin, molesto por lo que el Kremlin describe como política "dictatorial" de Estados Unidos en Ucrania, declaró ayer que las elecciones previstas en Irak para enero serán una farsa, mientras ese país siga ocupado por las fuerzas estadounidenses.

"Sinceramente, no me puedo imaginar cómo se pueden organizar unas elecciones en un país que está totalmente ocupado por tropas extranjeras", señaló Putin en Moscú durante su cita con el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, en un aparente desafío a Estados Unidos.

Los comicios iraquís se celebrarán el 30 de enero y la votación se prolongará de 15 a 20 días por seguridad, según reveló ayer Alaui. El Kremlin ha sido partidario de la celebración de elecciones en Irak con la participación de la oposición al actual Gobierno interino y de la minoría suní, que controlaba todos los hilos del poder con Sadam Husein.

Putin también declaró que "hay que respetar" los intereses económicos de Rusia en Irak, al recordar que tiene previsto condonar la mayor cantidad de deuda exterior a Irak (casi 10.000 millones de dólares).

UN FUTURO NADA HALAG EÑO Actualmente, la situación política, económica y de seguridad de Irak no sólo continúa empeorando, sino que no mejorará a corto plazo. Este es el lapidario juicio transmitido por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a la Administración de Bush el mes pasado, y cuyos detalles reveló ayer The New York Times .