La célula de Al Qaeda en Arabia Saudí cumplió con sus amenazas. Un comunicado en una web islamista anunció ayer por la tarde la decapitación del ingeniero estadounidense Paul Marshall, de 49 años, después de que las autoridades de Riad se negaran a cumplir con la exigencia de liberar a los presos de la organización de Osama bin Laden recluidos en cárceles saudís. El jefe de Al Qaeda en la península arábiga, Abdel Aziz al Muqrin, murió en un tiroteo poco después de atribuirse la decapitación del rehén.

"Es un acto de venganza para restañar las heridas de los creyentes en Palestina, Afganistán, Irak y la península Arábiga", rezaba la declaración. Es la primera vez que el grupo secuestra y decapita a un occidental en ese país, una táctica que ya ha utilizado en Irak.

TRES FOTOS El comunicado en el que se anunciaba el asesinato de Marshall estaba acompañado por tres fotos. Una de ellas mostraba la cabeza separada del cuerpo apoyada sobre la espalda de la víctima y con un cuchillo en el lugar que debía ocupar el rostro. Todo ello en medio de un enorme charco de sangre.

Poco después, la policía saudí informó de la muerte de Al Muqrin y de otros tres militantes de Al Qaeda en un tiroteo en una estación de carburantes en Riad. Otros dos presuntos terroristas lograron huir. La cadena de televisión Al Arabiya informó que el tiroteo tuvo lugar cuando la célula de Al Qaeda trataba de deshacerse del cuerpo de Marshall.

La muerte de Al Muqrin es un golpe para Al Qaeda, en un momento en que la organización ha intensificado los ataques contra intereses occidentales, tras prometer que el 2004 sería un año "sangriento y miserable" para el reino saudí.

Las imágenes de Marshall dieron la vuelta al mundo el miércoles. Con los ojos vendados, los terroristas mostraron a su víctima y plantearon su exigencia de que en 72 horas debían ser liberados todos los presos de Al Qaeda en el reino saudí. Es la primera ocasión en que esta organización terrorista recurre al secuestro de occidentales en Arabia Saudí, un sistema que ha empleado la célula del grupo terrorista en Irak, liderada por Abú Musab al Zarqaui. Johnson trabajaba para Lockheed Martin, que manufactura armamento para helicópteros militares de EEUU.

"Hemos cumplido nuestra promesa y hemos matado al rehén Paul Marshall después de que expirara el plazo ... le hemos hecho sentir algo del sufrimiento de los musulmanes a los que se ataca con helicópteros Apache", aseguraron los activistas en un comunicado, antes de añadir: "Continuaremos la lucha contra los enemigos de Dios".