Apelan al nacionalismo y a la religión, se sienten traicionados por su Gobierno y dicen que se van a oponer con todas sus fuerzas y todos los métodos a su alcance a la evacuación de los asentamientos judíos de Gaza. Los colonos están en pie de guerra contra el primer ministro israelí, Ariel Sharon, por su plan de separación, en un enfrentamiento casi fratricida entre este sector de la población israelí y el político que antaño los apoyaba.

En una nueva demostración de fuerza, miles de colonos pretendían manifestarse en más de 100 lugares de Israel contra el plan. Unos 3.000 se concentraron en Jerusalén, mientras que en el desierto del Neguev, al sur, lo hicieron unos centenares, por debajo de las expectativas. Exigieron que el resto de Israel no mire a otro lado. Y sus reivindicaciones consisten en que les dejen continuar viviendo en un lugar adonde todos los gobiernos israelís les han incentivado a ir, en una política que vulnera la legalidad internacional.

La resistencia contra la evacuación de la franja de Gaza y de cuatro asentamientos de Cisjordania tiene muchas caras, de las que las manifestaciones son sólo un aspecto. En la Knesset (Parlamento israelí), los partidos ultranacionalistas, los religiosos y parte del Likud votarán en contra del plan el 25 de octubre. En las sinagogas, los rabinos instan a los militares a negarse a evacuar asentamientos.

En el ámbito burocrático, los abogados proponen que cada colono solicite una audiencia al comité de compensaciones, lo que podría retrasar durante meses su trabajo. Y el servicio secreto, con el recuerdo del asesinato de Yitzhak Rabin en mente, teme que un puñado de extremistas planee matar a Sharon.

Serio peligro

Sharon, resuelto a llevar a cabo la evacuación, sigue la estrategia de quitar hierro a un riesgo que las fuerzas de seguridad se toman muy en serio. Ayer, anunció que la evacuación empezará en mayo o junio del 2005 y no durará más de 12 semanas. Nadie diría que, a dos semanas de la votación, no tiene la mayoría asegurada.

Mientras, en Gaza, cinco palestinos --tres militantes de Hamás, un anciano de 70 años y un joven de 16-- murieron ayer en la franja. Sharon mantiene la operación Días de Penitencia y los analistas creen que la ofensiva durará hasta el 25 de octubre.