El presidente de la República portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, permanecerá en el cargo cinco años más. Al cierre de esta edición y con un 96% del voto escrutado, Rebelo de Sousa, contaba con un 62,5% de los votos, seguido del candidato de extrema derecha, André Ventura, con un 11,9% de los sufragios, y de la ex eurodiputada socialista Ana Gomes, que cosecha un 11,8%. Los sondeos apuntan, sin embargo, a que Gomes superará a Ventura.

Portugal ha resuelto con solvencia unos comicios que se presentaban muy complicados. El país se encuentra en el peor momento de la pandemia -este domingo se ha registrado un nuevo récord de fallecidos, 275, y más de 11.000 nuevos contagios- pero aún así ningún candidato llegó a plantear firmemente un aplazamiento electoral. La celebración de una jornada sin apenas incidentes les ha dado la razón. Pero no todo el éxito se debe únicamente a una buena organización.

La participación ha sido especialmente baja en esta ocasión, alrededor de un 37%, y ha evitado grandes aglomeraciones en los colegios electorales. Vistos fuera del contexto epidemiológico, los datos son verdaderamente preocupantes. “Sería muy positivo para el país quebrar el ciclo de crecimiento de la abstención, sobre todo en pandemia”, ha asegurado Rebelo de Sousa poco antes de conocerse los datos. La abstención se está convirtiendo en una dinámica habitual en Portugal.

En las legislativas de 2015 un 56% de los votantes acudieron a las urnas y en las presidenciales de 2011 fue muy parecida a las de 2016: un 47% ciento. Tanto en las últimas elecciones legislativas de 2019 como en las presidenciales de 2016 se quedó en un 48% .

Reglas sanitarias

La jornada ha transcurrido sin apenas incidentes. A primera hora ha habido problemas en el municipio de Montalegre, donde varias personas han bloqueado las entradas al colegio electoral a primera hora como símbolo de protesta contra la exploración de una mina de litio a cielo abierto en la localidad. Ya por la tarde, cerca de 200 personas se han concentrado delante de un colegio electoral para protestar contra el cierre definitivo de una carretera nacional. En otros colegios se han registrado colas debido a la limitación de aforos en el interior. Algo dentro de lo esperable, según el portavoz de la Comisión Nacional de Elecciones, Joao Tiago Machado.

En la Escuela Básica Natália Correia, en el centro de la capital, los electores se agolpaban desde primera hora de la mañana en una fila que daba la vuelta a la esquina. En la entrada, dos guardias de seguridad controlaban el aforo y echaban gel hidroalcohólico en las manos de los asistentes, mientras otros dos guardias se encargaban de controlar las distancias de seguridad en la cola. Una vez dentro, una voluntaria indicaba a los electores a qué mesa debían dirigirse, todas ellas separadas por cuerdas y señales en el suelo.

La sensación general de todos los votantes es que las medidas de seguridad se han podido mantener con éxito. Rebelo de Sousa ha expresado, poco después de depositar su voto, su satisfacción por el respeto a las reglas sanitarias en todos los colegios electorales, incluidos los lugares “donde ha habido colas”.Marisa Matias, ha destacado la “afluencia y la buena organización”, mientras que Joao Ferreira, ha asegurado que el evento se ha desarrollado con “seguridad y tranquilidad”. Tanto André Ventura como Ana Gomes han apelado al voto poco después de depositar la papeleta.

Auge de la extrema derecha

Todos los sondeos lo pronosticaban. La extrema derecha se afianza como una fuerza importante en el país. El discurso xenófobo y antisistema de su candidato y líder del partido ultra Chega, André Ventura, ha conseguido calar en el electorado y cosechar cerca de un 12% de los sufragios. “Es un resultado histórico”, ha asegurado Ventura, quien ha aspirado a lo largo de toda la campaña a lograr el segundo puesto, por delante de Ana Gomes.