Los líderes de la Unión Europea admitieron ayer que existe retraso en la adopción de las reformas económicas y laborales necesarias para cumplir el ambicioso programa de Lisboa de convertir a Europa en la zona más dinámica y competitiva del mundo en el 2010. Cuatro años después de Lisboa, los resultados son matizados, señalan las conclusiones de la cumbre. La elevada tasa de desempleo es "inaceptable", destaca el documento. El Consejo Europeo advirtió también de que "la desindustrialización continúa constituyendo un riesgo", y reconoció la "debilidad" de la inversión en investigación y desarrollo.