Las elecciones regionales francesas, cuya primera vuelta se celebra hoy, se presentan como un escrutinio de alto riesgo para el Gobierno conservador de Jean Pierre Raffarin. Según los sondeos, los electores oscilan entre la abstención y el voto de sanción que podría ser favorable a los extremos, especialmente al ultraderechista Frente Nacional.

Una gran incertidumbre rodea estos comicios regionales y cantonales, que por celebrarse en un clima marcado por la amenaza terrorista y el desinterés de los electores puede reservar grandes sorpresas. Más de 41 millones de franceses han sido convocados hoy a las urnas para la primera vuelta de las elecciones (la segunda vuelta será el 28 de marzo) para renovar los 26 consejos de las 26 regiones en que está dividida Francia y la mitad de los miembros de las 100 asambleas departamentales (provincias).

CONTEXTO EXTRAÑO El clima de tensión social, los atentados de Madrid, el chantaje terrorista del misterioso grupo AZF y las amenazas islamistas de castigar a Francia por haber prohibido el velo islámico en las escuelas contribuyen a crear "un contexto electoral muy extraño", tal y como lo definen los politólogos, incapaces de hacer ningun pronóstico.

Si se tienen en cuenta los últimos sondeos, realizados antes de los atentados del 11 de marzo en Madrid y el vuelco electoral en España, el principal ganador de los comicios debería ser la abstención. Se teme incluso que bata su propio récord, registrado en las regionales del 1998 cuando superó el 42%. Pero la verdadera amenaza para el Gobierno conservador es el voto de sanción que podría tentar entre el 50% y el 70% de los votantes.

Cabe señalar que estos comicios son los primeros desde la reelección de Jacques Chirac y el retorno de la derecha al poder en el 2002. También será la última consulta electoral antes de las elecciones presidenciales y legislativas del 2007, por lo que se prevé que los franceses descontentos pasen factura.

A pesar de la insistencia del primer ministro francés, Jean Pierre Raffarin, de que "no hay que sacar una lección nacional" de esta consulta local es evidente que a los electores les resulta muy dificil hacer la diferencia.

"CASTIGAR LAS MENTIRAS" El Partido Socialista (PS), esperanzado con la victoria del PSOE en las elecciones generales de España el pasado domingo, ha hecho un llamamiento a los electores para que acudan a las urnas a "castigar las mentiras" del Gobierno de Raffarin.

Por su parte el primer ministro se ha visto obligado a defender su gestión utilizando como argumento de peso la "transparencia" con la que, afirma, mantiene informados a los ciudadanos. Algo que muchos ponen en duda, sobre todo en lo que se refiere a las regiones y las competencias que les da la nueva descentralización diseñada por el Gobierno de París. El significado económico de las administraciones regionales es en Francia poco más que simbólico ya que sus presupuestos globales, 15.800 millones de euros anuales, representaron el pasado año un 1% del Producto Interior Bruto. Parámetro que impide comparar las regiones francesas con las de otros países europeos donde la dotación presupuestaria es entre seis y nueve veces mayor.

Exceptuando en aquellas regiones que tienen una fuerte identidad cultural como Córcega, Bretaña, Alsacia o Languedoc-Rosellón, en general, para los franceses la palabra descentralización tiene una connotación negativa y existe cierto rechazo a la transferencia de competencias. Actualmente la derecha controla 15 regiones y la izquierda, 10.