Roma Los tres rehenes italianos, secuestrados durante casi dos meses en Irak y liberados el martes, tuvieron ayer un emotivo recibimiento en Roma. Salvatore Stefio, Umberto Cupertino (en la foto) y Maurizio Agliana, repatriados en un avión militar, pudieron abrazar a sus familiares, que les esperaban en la pista. La liberación fue recibida con alegría en todo el abanico político, pero la oposición teme que el momento en que se ha producido beneficie electoralmente al primer ministro, Silvio Berlusconi.