Un nuevo escándalo relacionado con la actuación de las tropas del Reino Unido en Irak ha quedado al descubierto. El Ministerio de Defensa británico confirmó ayer la apertura de una investigación para esclarecer lo ocurrido tras un combate en Majar al Kabir (sur de Irak) el pasado 14 de mayo, cuando los cuerpos de varios iraquís aparecieron mutilados.

En el enfrentamiento murieron una veintena de ellos. El médico que firmó los certificados de defunción, Adel Salid Majad, director del Hospital General de Amara, anotó que siete de los 22 cuerpos recogidos en la base británica cerca de Amara presentaban señales de malos tratos. Los certificados, a los que ha accedido el diario The Guardian , describen "señales de torturas en todo el cuerpo", en un caso, y en otro "mutilación de los genitales". El documento detalla cómo a uno de los cuerpos le faltaba un ojo y el brazo derecho, cortado a la altura del hombro.

DUDA "Fue una sorpresa ver algunos cuerpos mutilados y torturados", declaró el doctor Majad a The Guardian . Sus conclusiones son puestas en duda por otro médico iraquí que también vio los cadáveres y habló anónimamente con el periódico británico. "Lo que vimos --comentó este doctor-- son entradas y salidas múltiples de bala" que responden a la ferocidad del enfrentamiento.