El Reino Unido plantea imponer sanciones a sus nacionales que viajen fuera de sus fronteras durante las vacaciones de Semana Santa. El ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, ha anunciado que las multas podrán alcanzar las 5.000 libras (5.789 euros). Esta propuesta será votada el próximo jueves en el Parlamento británico. Si se aprueba, la ley entrará en vigor el lunes. La medida se quiere tomar para evitar la llegada de la cuarta ola.

El país vive actualmente un descenso de contagios gracias al plan de vacunación, pero el aumento de positivos en el resto del continente ha hecho que el Gobierno británico no quiera bajar la guardia. El lunes se registraron en el país 17 muertos, la cifra más baja desde septiembre. Para evitar el crecimiento del virus, el Ejecutivo de Boris Johnson también ha prohibido los desplazamientos internos sin motivos justificados.

Hasta ahora, el planteamiento de Johnson era poder abrir las puertas para el turismo el 17 de mayo, sin embargo, los medios locales hablan el martes de que las fronteras no podrán cruzarse sin un motivo esencial hasta el 30 de junio. Hancock ha señalado en Sky News que el grupo de trabajo sobre viajes repasará todo lo relativo a los desplazamientos al extranjero y dará indicaciones al respecto el próximo 12 de abril. El ministro ha señalado que todavía es "demasiado pronto" para saber cuál será la decisión final sobre las vacaciones en el extranjero a causa del repunte detectado en las infecciones por toda Europa.

PCR en Alemania

Por su parte, Alemania ha anunciado que obligará a todos los turistas que regresen al país a presentar una PCR negativa aunque el lugar de procedencia no sea considerado de riesgo. La medida llega después del aumento de la demanda en los viajes Mallorca por la decisión de sacar a las islas del listado de zonas de riesgo por covid. "Desaconsejamos todos los viajes al extranjero, en general todos los viajes que nos son estrictamente necesarios", indicó el lunes la cancillera alemana, Angela Merkel. Este paso atrás ha sido celebrado por varios estados federados, quienes no entendían que se pudiese viajar a las islas, pero no a la costa del Báltico.

El país permanece cerrado ante el crecimiento de los casos que se da desde mediados de marzo. "Nos quedamos en casa" para tener "un buen verano", indicó a la cadena NTV Helge Braun, ministro de la Cancillería alemana. Braun insistió en que la Semana Santa debe ser un período en el que "no gastar recursos que después hubiéramos necesitado con urgencia", señaló.

Coherencia en España

Mientras tanto, España mantiene sus puertas abiertas para que los turistas internacionales visiten las islas y otras comunidades durante la Semana Santa. Es por ello que el lunes, la Unión Europea (UE) subrayó que España debía asegurar coherencia en las restricciones de viajes aplicadas al turismo nacional e internacional. "Los Estados miembros deberían asegurar coherencia entre las medidas aplicadas a los dos tipos de viaje" expresaba el portavoz de Justicia del Ejecutivo comunitario, Christophe Wigand. La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha contestado a la UE indicando que "cada una de las regiones tiene adoptadas las pautas que les parece que son mejores para controlar el covid en su territorio".