Otras elecciones sin resolver el bloqueo político en Israel. Con casi el 90% de los votos escrutados, el primer ministro Binyamin Netanyahu no tiene el camino a la mayoría allanado que auguraban los sondeos a pie de urna. La entrada del partido islamista Ra'am con cinco asientos alejaría al Likud de la mayoría de 61 escaños, aún con el apoyo del ultraderechista Yamina. El bloque pro-Netanyahu cuenta con 59 diputados. Así el país se encalla en el estancamiento político, con meses de negociaciones para formar gobierno en el horizonte.

Aún quedan unos 450.000 votos por contar, entre los cuales se encuentran los de los pacientes hospitalizados, infectados o las personas en cuarentena. Sin resultados definitivos hasta el viernes, el primer ministro más longevo de la historia de Israel rebaja el tono de victoria. Tras las cuartas elecciones en dos años parece que al final, la formación de gobierno sí dependerá de un partido minoritario. Los cinco escaños de la islamista Lista Árabe Unida (Ra'am, por sus siglas en hebreo), escindida de la Lista Conjunta Árabe, podrían sumar a los 59 diputados del bloque a favor de Netanyahu.

Mansour Abbas, el líder de la Lista Árabe Unida, ha declarado que no se inclina por ninguno de los dos bloques y que no está en deuda con ninguno de ellos. Durante la campaña, ha insistido en que su prioridad es que las demandas de la población árabe israelí sean escuchadas, sobretodo tras el auge de violencia en el seno de esta comunidad. Según el Comité Central de Elecciones, el Likud tiene 30 escaños, seguido por Yesh Atid con 17, el ultraortodoxo Shas con nueve, y siete diputados para el Judaísmo Unido de la Torá, el ultraderechista Yamina, el Partido Laborista e Yisrael Beitenu.

La coalición Azul y Blanco de Benny Gantz se salva de la muerte política con ocho escaños que le sitúan como cuarta fuerza. Según el acuerdo de gobierno de unidad nacional firmado con Netanyahu el año pasado, Gantz debe convertirse en primer ministro el 17 de noviembre. Si para esa fecha no ha tomado juramento ningún gobierno, el actual ministro de Defensa pasará a sustituir a Netanyahu como primer ministro interino. Esto da mayor incentivo al mandatario para empezar las negociaciones cuanto antes.

El partido Nueva Esperanza de Gideon Saar se queda con seis escaños, igual que la Lista Conjunta Árabe, muy alejada de los históricos 15 diputados de los últimos comicios. Los aliados de Netanyahu de Sionismo Religioso, con candidatos abiertamente racistas y homófobos, suman otros seis. Desde la centro-izquierda, Meretz no desaparece de la política israelí y consigue cinco escaños. La vida de cada árabe, cada mujer, cada hombre gay y lesbiana en Israel será más difícil si Netanyahu logra formar una coalición, ha alertado Tamar Zandberg, candidata de esta formación izquierdista.