Donald Trump ya es formalmente el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos después de que su partido lo nominara de forma abrumadora nada más iniciarse la convención que esta semana celebra en Charlotte (Carolina del Norte). No será una convención al uso. Y no solo por los rigores impuestos por el coronavirus. Rompiendo con la tradición de las últimas décadas, Trump pretende intervenir profusamente durante las cuatro jornadas del cónclave, algo que ya hizo tras comenzar el espectáculo atacando a los demócratas, los medios, el voto por correo o al gobernador de Carolina. Pero tampoco es habitual que ningún expresidente o excandidato del partido haya aceptado participar en la convención, donde el neoyorkino y su familia extendida monopolizarán buena parte de los discursos.

Trump acude a la cita tras una semana plagada de malas noticias. Desde el éxito cosechado por los demócratas en su convención, al arresto por fraude de Steve Bannon, uno de los grandes ideólogos del trumpismo, la marcha de Kellyane Conway de la Casa Blanca o la filtración de unas grabaciones en las que su hermana lo describe como una persona cruel y sin principios. Pero ahora las cámaras serán suyas, una oportunidad para vender los logros de su primer mandato, delinear la agenda de los próximos cuatro años y tratar de convencer al país de que es capaz de sacarlo de la crisis económica y sanitaria que enfrenta. Su partido ha anunciado que pretende transmitir optimismo y realzar las virtudes de la experiencia estadounidense.

PrROVOCADOR

Todo un desafío para un presidente que vive de explotar agravios reales e imaginarios y sigue viéndose a sí mismo como un 'outsider' rodeado de enemigos. Los más de 300 delegados republicanos que han viajado hasta Charlotte le recibieron al grito de cuatro años más, a lo que Trump respondió con una provocación: Si queréis volverles locos, decid 12 años más. Prosiguió con uno de sus temas favoritos, el voto por correo, que se espera que bata récords en estas elecciones del covid-19. El voto por correo es la mayor estafa en la historia de la política, y no solo la de este país, dijo tras haber afirmado previamente que esta modalidad de voto perjudica a su partido.

Como sucedió con los demócratas, se espera que esta convención sirva para transmitir unidad en las filas conservadoras. Pero esta vez será más por omisión que por comparecencia. Solo intervendrán los altos cargos más fieles al trumpismo, desde el secretario de Estado, Mike Pompeo, que lo hará desde Israel, a la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley. También se ha invitado a una pareja de Misuri que se hizo famosa por apuntar sus armas contra una manifestación antirracista de Black Lives Matter y a una mujer indultada por Trump a instancias de Kim Kardashian y su marido, Kanye West.