El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, convocó ayer una reunión de emergencia con seis ministros para analizar la situación de los dos periodistas secuestrados en Irak, tras el fracaso de la rocambolesca mediación oficiosa del diputado conservador Didier Julia. "Continuaremos trabajando sobre el terreno hasta su liberación con discreción, perseverancia, sentido de la responsabilidad y también paciencia", dijo el ministro de Exteriores, Michel Barnier, al acabar el encuentro.

Barnier dijo que "la única exigencia" del Gobierno francés hasta la "liberación efectiva" de Christian Chesnot y Georges Malbrunot será "su seguridad". El titular de Exteriores no hizo ninguna alusión al fiasco de la misión lanzada por el diputado Julia, después de que un portavoz del Elíseo asegurara que el presidente, Jacques Chirac, no tenía ninguna constancia de las negociaciones de Julia. Esta insistencia del Ejecutivo se debe a una información publicada ayer por Le Monde , que en un artículo aseguró que el Gobierno siguió "paso a paso la operación Julia".

En su iniciativa, el diputado --que anunció la liberación de los dos reporteros el pasado miércoles, después de utilizar sus contactos en Damasco y Bagdad-- ha tenido el apoyo material y financiero de Costa de Marfil, precisó el diario. Los familiares de Chesnot y Malbrunot pidieron a todos "responsabilidad y discreción", para que las negociaciones puedan reanudarse.

Por otra parte, Paul Bigley, hermano del ingeniero británico secuestrado en Bagdad desde hace más de dos semanas, explicó ayer que Muamar Gadafi ha prometido que intercederá para su liberación. Bigley dijo que llamó al hijo del líder libio, Saif, que estudia en Londres, para pedirle la ayuda de su padre. Poco después, recibió una llamada de la Fundación Gadafi, donde le han asegurado que harán "todo lo que puedan" para ayudarle.

RESCATE POR SU LIBERACION Paul Bigley también explicó ayer que ha recibido información de que su hermano ha sido entregado a otro grupo que exigirá el pago de un rescate por su liberación. Kenneth fue secuestrado el 16 de septiembre por el grupo Monoteísmo y Guerra Santa, junto con los estadounidenses Eugene Armstrong y Jack Hensley, que han sido asesinados.

La crisis de los rehenes en territorio iraquí parece no tener fin. Ayer se conoció la muerte de un ciudadano turco y un italiano de origen iraquí, tiroteados a manos de sus captores. Mejor suerte han tenido dos indonesias secuestradas la semana pasada y llegadas a Irak para trabajar en el servicio doméstico. Sus captores, del Ejército Islámico de Irak, las pusieron en libertad ayer.